El acusado, en el banquillo de la Sección Segunda de la Audiencia durante el juicio. | Alejandro Sepúlveda

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«Muchas veces me dijo que no lo tenía que contar, que era como una serie que había en ese momento, Los Serrano». Es el relato de una joven de 23 años, víctima, presuntamente, de abusos sexuales por parte de su hermanastro entre 1997 y 2004, desde que tenía cinco hasta que cumplió 12 años.

Durante aquella época, como en la ficción televisiva, dos familias convivían en un domicilio de Palma y después en Marratxí, cuando se produjeron los hechos que se juzgaron este lunes en la Audiencia Provincial de Palma.

El agresor, de 30 años de edad, niega que abusara de ella. «Era una convivencia normal, de una familia normal y corriente. No doy crédito de por qué me está pasando esto, por qué me ha acusado de algo de esta magnitud». La Fiscalía solicita una pena de nueve años de prisión y una indemnización de 12.000 euros.

En el periodo en que vivieron en la misma casa, la perjudicada rememora una serie de capítulos de abusos sexuales. «Estaba sentada en la silla, dibujando, y él se sentó detrás de mí para tocarme. Lo vio mi hermano y se lo dijo a mis padres. Los tocamientos empezaron cuando tenía cinco años, fueron tantas veces que no puedo recordar la primera. Me decía que me serviría para cuando fuera mayor». En verano de 2012, animada por su pareja de entonces, una amiga y su cuñada, comentó lo ocurrido con sus padres e interpuso la denuncia.