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El jefe de la comisión de investigación del accidente del avión ruso, Aiman al Muqadem, aseguró este sábado que todavía no se puede determinar la causa de la desintegración del avión ruso siniestrado el pasado sábado en la península del Sinaí.

«Los datos preliminares (de la investigación) no permiten aún determinar el motivo de la desintegración» del avión de la compañía rusa MetroJet que se estrelló con 224 pasajeros a bordo.

El ministro ha ofrecido esta rueda de prensa en medio de las crecientes sospechas del Reino Unido y de EEUU de que el siniestro sufrido hace una semana por avión ruso fue causado por la explosión de una bomba.

En este sentido, uno de los investigadores, que ha tenido acceso a la grabación de las cajas negras, ha indicado al canal de televisión público francés France 2 que el ruido de una explosión se escucha claramente en las cajas negras del avión ruso que se estrelló el pasado sábado en la península del Sinaí.

Según esta fuente, que no fue identificada, la explosión no tuvo lugar tras una avería del motor, lo que abunda en las sospechas de que pudo deberse a un artefacto dentro del aparato.

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«La tesis del atentado al Airbus A321 ruso que se estrelló en el Sinaí se concreta», señaló la cadena pública.

«Todo es normal, absolutamente normal durante el vuelo y de repente nada más», publican varios medios franceses, haciéndose eco de las declaraciones de una de las fuentes que tuvo acceso a las grabaciones.

Al parecer fue algo «repentino, de ahí que el piloto no tuviese siquiera tiempo de enviar un mensaje de socorro», analizaba un experto a la cadena de televisión de información continua BFMTV, que como todos los medios franceses están dando gran importancia al posible atentado.

Según la web del periódico Le Monde, algunas de las piezas que aparecen en las fotos de los restos del aparato, en el que fallecieron las 224 personas que se encontraban a bordo, están acribilladas por impactos desde el interior al exterior, «lo que acredita más bien la tesis de un estallido».

La Agencia de Investigación Francesa (BEA) ha enviado a Egipto a cinco de sus expertos para analizar las causas del siniestro, a los que se sumaron otros seis técnicos que mandó la compañía constructora de la aeronave, Airbus.

La BEA -uno de los organismos de investigación de accidentes aéreos más reputados del mundo- explicó que participa en la investigación como representante del Estado de concepción del avión, junto a sus homólogas de Alemania, donde se construyó el aparato, y de Rusia, país que lo explotaba.