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Un concierto de rock en una discoteca del centro de Bucarest terminó este viernes en una tragedia, con al menos 27 muertos y 162 heridos, al incendiarse el local, probablemente por unos fuegos artificiales.

Mientras que las autoridades todavía no se han pronunciado sobre las posibles causas del desastre, un testigo relató al canal de noticias Digi24 que las llamaradas fueron provocadas por unos fuegos artificiales que incendiaron un pilar del interior del local.

«El incendio comenzó con los fuegos artificiales. Se extendió por un pilar del club y luego por todas partes», explicó el joven, uno de varios cientos que fue a ver un concierto del grupo de rock local «Goodbye Gravity».

«Solo había una salida de emergencia abierta; la otra estaba bloqueada», aseguró el testigo.

«Nos pisábamos. Rompimos la puerta. En 20 minutos vino el primer dispositivo de la policía y, más tarde, los bomberos. Entraron con máscaras de oxígeno», afirmó el joven.

Otros testigos explicaron que pedazos del techo cubierto de esponja comenzaron a desprenderse hasta caer sobre los asistentes al concierto.

El secretario rumano de Sanidad, Raed Arafat, explicó en declaraciones a prensa local que decenas de personas están en estado grave, por lo que el número de fallecidos podría subir aún más.

«Una parte de estas personas, aquellas que han sido llevadas en ambulancias, están en estado grave y necesitan ser intubadas, por lo que hemos tenido que trasladar aparatos de ventilación a los respectivos hospitales», dijo el funcionario.

El concierto comenzó a las 21:00 hora local (19.00 GMT) y cerca de las 23.00 local se lanzaron los fuegos artificiales en el interior de la sala.

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Solo cuatro minutos mas tarde se realizó la primera llamada de socorro al 112 advirtiendo del incendio y solicitando auxilio, y a las 23:05 llegaron las primeras ambulancias, relatan los medios de comunicación locales.

Algunos de los heridos tienen quemaduras en un 70 por ciento de sus cuerpos, mientras que otros han sufrido intoxicaciones de monóxido de carbono.

Los heridos fueron trasladados a numerosos hospitales de la capital del país balcánico, el segundo más pobre de la Unión Europea (UE)

El ministro rumano de Sanidad, Nicolae Banicioiu, pidió hoy a los ciudadanos de Bucarest, una ciudad de tres millones de habitantes, que se acerquen a los centros de salud para donar sangre.

Las autoridades locales, que han decretado el llamado «código rojo» de emergencia civil por tratarse de múltiples víctimas, movilizaron al lugar de los hechos a unas 60 ambulancias y una decena de unidades de bomberos.

En una primera reacción, el presidente rumano, Klaus Johannis, expresó su «profundo dolor por los trágicos eventos sucedidos hoy».

«Es un día muy triste para todos nosotros, para nuestra nación y para mí personalmente», escribió el jefe de Estado en su página en la red social Facebook.

Según el canal de televisión Antena 3, el primer ministro rumano, Victor Ponta, suspendió un viaje oficial a México para regresar de urgencia al país balcánico por el trágico incidente.

«Es una gran tragedia. Se ha creado una célula de crisis a nivel gubernamental», explicó, por su parte, el ministro del Interior rumano, Gabriel Oprea.

Lo sucedido hoy en la capital rumana recuerda el trágico incendio del club «República Cromañón» de Buenos Aires, donde el 30 de diciembre de 2004 murieron 192 personas por las llamaradas causadas por fuegos artificiales durante un concierto de rock.