Un agente de la Guardia Civil atiende a un turista que se quería introducir por la ventana en la oficina de la Guardia Civil. | Daniel Espinosa

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Pasadas las 11 de la mañana el fin de fiesta intensivo toca a su fin para la mayoría de los asistentes al cierre de Space. La fiesta empezó a primera hora de la tarde del domingo y acabó bien entrado el lunes.

Una fiesta que tiene su cara B. El puesto médico instalado en el parking de la discoteca tuvo más trabajo que en otras ocasiones.

Así, en este campamento de campaña se atendieron a unas 60 personas.

Según explicó a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA el coordinador de Socorros y Emergencias de la Cruz Roja, Pablo Díez, la mayoría de los atendidos presentaban cuadros propios de intoxicación por consumo de drogas, aunque también hubo algunos esguinces y golpes fruto de alguna caída o resbalón.

El coordinador de Socorros y Emergencia de la Cruz Rojas explicó que esta cifra es bastante mayor que en otras ocasiones. En este sentido recordó que en el caso de la fiesta de apertura, los servicios sanitarios establecidos para la ocasión atendieron entre 20 o 30 personas.

El puesto médico estuvo operativo entre las 4 de la tarde del domingo y hasta el mediodía de ayer.

Pablo Díez explicó que el grueso de las atenciones se realizaron entre la 1 y las 4 de madrugada y destacó que ninguno de los atendidos tuvo que ser evacuado al hospital.

En el dispositivo participaron 10 voluntarios de la Cruz Roja que colaboraron con los servicios médicos de Staff Emergency.

A los sanitarios y médicos se sumaban dos ambulancias con soporte vital básico.

La larga fiesta del closing en el Space tuvo su continuidad por las calles de Platja d’en Bossa, por donde, desde primera, transitaban muchos clubbers buscando un lugar donde continuar la fiesta o dormir.

Pasadas las 9.30 de la mañana, uno de ellos estuvo apunto de ‘colarse’ por una ventana en la oficina que la Guardia Civil tiene en Platja d’en Bossa.

Un agente de la Guardia Civil interceptó al hombre de unos 40 años cuando ya había abierto la ventana de la oficina y se disponía a introducirse en las dependencias de la Guardia Civil.

Paralelamente, decenas de personas se dirigían hacia la playa. Algunos cargados con bolsas llenas de bebida para seguir la fiesta y otros para buscar una hamaca o una sombra donde echarse a dormir.

Otros lo hacían en el interior de los coches aparcados por la zona. Y mientras unos dormían el intenso fin de semana de cierres, otros hacían colas para coger un taxi o un autobús que les llevase al aeropuerto.

Paralelamente, los servicios de basura se desplegan por Platja d’en Bossa. Las montañas de basura se acumulan en la playa donde algunos continúan a la espera del último cierre previsto.

La Guardia Civil y la Policía ha desplegado diversos operativos especiales durante el fin de semana, que ha estado lleno de incidencias.

Los controles de alcoholemia desplegados principalmente en los accesos a las grandes salas ha dejado una decena de positivos por alcoholemia.

Tras los cierres de Platja d’en Bossa, la fiesta quedará aparcada hasta la temporada que viene. La Guardia Civil dará el balance operativo al cierre del mismo.