El grupo fue detenido por la Policía Nacional en el año 2012. | Alejandro Sepúlveda

TW
12

La Fiscalía reclama una condena de cuatro años y medio de prisión para un agente de la Guardia Civil por participar en una trama de tráfico de pastillas en fiestas y locales nocturnos de Palma. En concreto, la acusación pública cree que el guardia realizó al menos dos compras de éxtasis a otros dos de los acusados. En ellas adquirió más de un centenar de pastillas que luego pensaba distribuir junto a otra persona en fiestas privadas a las que asistía.

La acusación pública imputa al agente -hijo de un capitán ya jubilado- haber realizado labores de vigilancia para otros dos de los acusados. Éstos trabajaban como disc-jockeys en dos discotecas de Palma. De forma habitual vendían estupefacientes al público que acudía a las sesiones. En enero de 2012 intentaron hacerse con un paquete postal cargado de ketamina. El envío fue detectado en Vitoria y llegó a Mallorca bajo control policial.

Los DJ’s fueron detenidos unos meses después en una operación de la policía. Después de esas detenciones el agente todavía mantuvo actividades ilícitas, según la acusación. La Fiscalía reclama cinco años de cárcel para dos de los proveedores y penas de cuatro años y medio para el guardia y su socio.