Uno de los acusados, tras ser detenido por su colaboración con la red de narcotráfico. | Alejandro Sepúlveda

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Uno de los grupos más activos dedicados a la venta de droga en Magaluf se sentó martes en el banquillo de los acusados. La Fiscalía reclama para cada uno de los tres acusados presentes en el juicio cinco años de cárcel por tráfico de drogas. Para el líder del grupo añade dos años más porque recibió a la policía y a la Guardia Civil que fueron a registrar su vivienda con un machete en la mano. Después intentó golpear a los agentes. Este acusado fue arrestado junto al resto en enero de 2014 en una operación conjunta en la que se registraron domicilios en Magaluf y Cala Vinyes.

Las defensas de los tres acusados buscan en el juicio un fallo judicial para que los registros se declaren ilegales. En concreto atacan el hecho de que la operación se basara en un testigo protegido. Esta persona había sido detenida por tráfico de drogas. Tras su arresto contó a la policía que su ‘proveedor’ al por mayor era el principal acusado en este juicio. Para las defensas existe una irregularidad en el uso de este ‘arrepentido’ para sustentar el registro.

La Fiscalía considera lo ocurrido algo plenamente válido y que, el hecho de que el ‘arrepentido’ declare como testigo aumenta las garantías para los acusados porque no puede mentir. La Sala decidirá tras escuchar a los agentes que llevaron a cabo la investigación. El testigo protegido fue condenado ya por la Audiencia por un delito contra la salud pública.