Varias patrullas de la Guardia Civi realizaron controles y cacheos a todos los vehículos y asistentes que entraban y salían de la fiesta ilegal. | Julio Bastida

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Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Inca detectaron el domingo la primera fiesta ilegal de la temporada estival. El evento se celebraba en una finca rústica privada de este municipio a la que asistieron más de un centenar de personas.

A las seis de la mañana, la tranquilidad de los vecinos del Camí Vell de Costitx se vio seriamente alterada por la potencia de grandes bafles de música que hicieron saltar todas las alarmas. Decenas de llamadas pusieron en aviso a los equipos policiales de la capital del Raiguer que acudieron de urgencia al lugar.

Una vez en el lugar, los agentes pudieron comprobar cómo los organizadores de la fiesta carecían de licencia y que todo el montaje era ilegal. Por su parte, la Policía Local de Inca levantó acta de todo lo acontecido y realizó un completo informe judicial que será remitido a los servicios jurídicos de l’Ajuntament d’Inca para que emprendan acciones legales.

Paralelamente, la Guardia Civil habilitó un dispositivo de control y vigilancia en los accesos de la finca. Varias patrullas interceptaban todos los vehículos que entraban y salían de la fiesta ilegal. Todos los coches fueron registrados y se cacheó a los ocupantes de los mismos, además de comprobar la documentación de los asistentes.

La fiesta se anunciaba por internet bajo el pretexto de un cumpleaños, pero la policía tiene constancia de que se hacía pagar entrada.

La Guardia Civil tiene previsto montar dispositivos especiales para evitar este tipo de fiestas ilegales y que la pasada temporada proliferaron en diferentes puntos de la Isla.