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La Policía Local de Palma ha detenido en los últimos días a tres conductores que sufrieron accidentes de tráfico y ‘reventaron’ el etilómetro, ya que dieron tasas de alcoholemia muy elevadas, que en algún caso rozaba el coma etílico.

Cronológicamente, el último suceso ocurrió a la una y cuarto de la pasada madrugada en el Camí de la Vileta, cuando una mujer de 45 años perdió el control de su coche y se subió al parterre central. La conductora dio una tasa de 0,89 en la prueba de alcoholemia, por lo que fue detenida.

A las 03.10 de la madrugada del sábado al domingo, un conductor de 30 años que circulaba por la calle Sagasta chocó contra dos vehículos aparcados en el margen derecho. El resultado del test de alcoholemia que arrojó el joven fue de 0,92 y por tanto también durmió en el cuartel.

Dos días antes, concretamente el jueves por la tarde a las 17.40 horas, se produjo el primer arresto. Una conductora estaba parada correctamente en un semáforo de la carretera de Valldemossa junto a su bebé de siete meses. Otro conductor de 54 años no vio el semáforo en rojo y la embistió por detrás. La madre y su bebé precisaron asistencia médica. El conductor dio una tasa de 1,07 y fue arrestado.