La Policía Local acompañó al detenido hasta el hospital de Son Espases.

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«Estoy robando porque no tengo nada para comer». Así se excusó ante los agentes de la Policía Local de Palma un hombre de 54 años que fue sorprendido cuando acababa de robar efectos de dos coches aparcados en la zona de Pere Garau.

El varón fue interceptado a las 23.50 horas de la noche del miércoles y quedó ingresado en Son Espases ya que es insulinodependiente y manifestó que había tomado seis dosis de insulina y alcohol.

Una patrulla que circulaba por la zona fue parada por un vecino que había visto al sospechoso manipulando coches aparcados. A poca distancia, los agentes encontraron al hombre de 54 años, Joaquín M.S., agazapado junto a un vehículo que tenía una ventanilla rota. El hombre reconoció que estaba robando y dijo a los policías que poco antes también había roto la ventanilla de otro coche y les indicó dónde estaba.

El ladrón portaba una mochila con decenas de gafas de sol y demás efectos. Al parecer uno de los dos coches en los que robó pertenecía a un vendedor ambulante ilegal.