El portavoz de la Guardia Civil en Baleares, Paco Molina; el jefe del Seprona, Pedro García, y el gerente del Consorcio para la recuperación de la Fauna de Islas Baleares (COFIB), Luis Parpal, han explicado en rueda de prensa que el abatimiento del animal era la alternativa más acertada debido a las circunstancias y su peligrosidad, y que la decisión se tomó tras un análisis detenido de la situación. | Alejandro Sepúlveda

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El Seprona y el Cofib han defendido este jueves el abatimiento de la chimpancé hembra que se escapó el pasado fin de semana del Safari zoo de Sa Coma (Mallorca) a cargo de «especialistas del operativo», ya que respondió a motivos técnicos y se priorizó «la seguridad física de las personas».

El portavoz de la Guardia Civil en Baleares, Paco Molina; el jefe del Seprona, Pedro García, y el gerente del Consorcio para la recuperación de la Fauna de Islas Baleares (COFIB), Luis Parpal, han explicado en rueda de prensa que el abatimiento del animal era la alternativa más acertada debido a las circunstancias y su peligrosidad, y que la decisión se tomó tras un análisis detenido de la situación.

Varias entidades a favor de los animales han expresado su rechazo a esta actuación, han responsabilizado a la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio de la muerte de la hembra y del chimpancé macho que ha sido encontrado muerto este jueves, y han amenazado con denuncias penales.

«En todo el operativo no había nadie a gusto, es una posición muy incómoda, no es una situación agradable para nadie. A todos nos hubiera gustado que volvieran a sus instalaciones vivos mejorándolas, pero que volvieran», ha asegurado Parpal.

El gerente del Cofib ha dicho que es «muy fácil» decir que se tenía que haber procedido a anestesiar al animal, pero ha explicado que esta alternativa no era viable porque la hembra chimpancé no estaba confinada en un lugar cerrado, estaba a una distancia lejana (entre 40 y 60 metros) y «muy nerviosa» y agresiva como para acertar con los dardos anestésicos y que estos pudieran haberle hecho efecto.

Parpal ha defendido que, al contrario, los dardos de anestesia, podrían haber producido un efecto aún más agresivo en la chimpancé, lo que a su vez habría puesto en peligro la seguridad de la vida de las personas involucradas en el operativo y de la población que habita en el perímetro donde se le dio muerte.