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El hombre que estaba atrincherado en su vivienda en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) ha muerto tras un tiroteo que ha mantenido con agentes de la Guardia Civil, que han entrado en su vivienda y uno de los cuales está herido grave, han informado este jueves fuentes del instituto armado.

Durante toda la noche los agentes han estado tratando de negociar con el hombre que estaba atrincherado desde este miércoles a las siete y media de la tarde en su domicilio, aunque las gestiones han sido infructuosas.

Según dichas fuentes de la Guardia Civil, hacia las 08.05 horas, los agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil han entrado en la vivienda, ya que el hombre en ningún momento se ha mostrado colaborador.

Al entrar los agentes han sido recibidos, al parecer, con cuatro tiros, y han respondido a los disparos con sus armas, según dichas fuentes.

Por el momento no se han precisado más detalles sobre el estado de salud del agente, que, según el instituto armado, está herido grave y que ha sido trasladado en una ambulancia a un hospital de Zaragoza.

El suceso se inició este miércoles por la tarde en Ejea de los Caballeros, donde al parecer el hombre ahora fallecido disparó al novio de su hija, de 50 años, que resultó herido grave y que fue trasladado al Hospital Clínico de Zaragoza, donde permanece ingresado en la UCI.

Un cuarto de hora después, el hombre disparó a uno de los agentes que se acercaba a la vivienda, no se sabe si desde la puerta o desde el interior de la misma.

El agente, que llevaba puesto un chaleco antibalas, en el que impactó el disparo, fue atendido primero en un centro de salud y después fue trasladado al hospital.

De momento no han trascendido las circunstancias que han rodeado este suceso.

Según informó una vecina que vive cerca del domicilio del atrincherado, el presunto agresor tiene tres hijas, una de las cuales, que está separada, reside en Ejea, donde regenta un bar, y es pareja del hombre herido grave.

Se da la circunstancia de que sobre la hija pesaba una orden de alejamiento por parte de su exmarido, no así de la pareja actual, según dichas fuentes del instituto armado.

La vivienda ha estado durante toda la noche bajo fuertes medidas de seguridad y acordonada en un radio de más de cien metros.