El padre Josep Amengual, responsable de la congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones, durante la homilia del domingo. | Julio Bastida

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El apoyo al padre Antoni Vallespir, exprior de Lluc, es máximo. A las once de la mañana del domingo se celebró una misa presidida por Josep Amengual, delegado de la congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Mallorca, en el Santuari.

El sacerdote estuvo acompañado por la Escolania, trabajadores del establecimiento, antiguos alumnos y de una amplia representación de padres y madres de los blauets. Durante la homilía, el padre Amengual se dirigió a los feligreses y les explicó el «tremendo dolor» que están viviendo.

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«Hoy hemos venido un grupo de colaboradores del Santuari y de la comunidad para deciros que pasamos por un momento muy doloroso. No sabemos con qué criterios han destrozado la vida del padre Antoni Vallespir. Ha sido condenado por unas personas que no sabemos por qué lo han hecho. El padre Toni ha sido condenado sin juicio. No sé en qué democracia se admite todo esto. La presunción de inocencia no sé dónde está», afirmó el sacerdote.

«El lunes el padre Toni comienza sesiones de quimioterapia. Vamos a estar al lado y apoyándole porque nosotros creemos en su inocencia. No somos nadie para juzgar y digan lo que digan los juicios, que respetaremos, hay que tener claro que no son palabra de Dios, son palabra humana. El padre Toni ya está condenado. Ahora, para nosotros, es un hermano, testimonio de un amor extraordinario a este Santuari, a la Escolania. Por eso rezaremos por él, para que tenga todo nuestro apoyo», concluyó.