Restos del coche donde se ha encontrado el cadáver de la mujer desaparecida. | Daniel Crevillen

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Trágico final del caso de la desaparición de Raquel Rodríguez, la mujer de 38 años de la que no se tenían noticias desde el pasado sábado.

Este martes por la mañana un pescador de es Cap Blanc detectó un coche despeñado en una zona de abruptos acantilados. El hombre dio aviso a la Policía Local de Llucmajor, que llevaba días buscando a la mujer, y los agentes, apoyados por el GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil, se desplazaron hasta ese punto y confirmaron que dentro del vehículo había un cadáver. El modelo del coche coincidía con el de Raquel Rodríguez, por lo que desde el primer momento quedó claro que todo apuntaba a que se trataba de ella.

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Los submarinistas, finalmente, rescataron el cuerpo sin vida y se confirmó que era el de la vecina de la urbanización Las Palmeras. El centro de emergencias del 112, que depende del Govern balear, envió a es Cap Blanc a un psicólogo para atender a los familiares que se iban concentrando en la zona de acantilados y que se encontraban destrozados por la trágica noticia.

El vehículo se despeñó al mar por una zona en la que no había barreras para evitar suicidios, según informaron en fuentes de la Guardia Civil, que añadieron que la principal hipótesis que se baraja es que Raquel Rodríguez se quitara la vida de forma voluntaria.