El suceso ocurrió tras una inmersión cerca de El Toro en agosto de 2010. | Michel's

TW
5

Un juzgado de Palma ha condenado a una falta de homicidio por imprudencia leve a un submarinista que hinchó el chaleco de una compañera de inmersión, de manera que esta murió por los daños que le produjo subir sin hacer las paradas necesarias para equilibrar la presión.

La joven falleció el 30 de agosto de 2010 durante una inmersión en la reserva marina de El Toro. Durante el ascenso, la fallecida tuvo un problema e indicó a su acompañante que quería subir a la superficie. La sentencia considera demostrado que éste hinchó el chaleco con un botón automático, por lo que la víctima subió ‘a globo’, sin ninguna parada de descompresión. El acusado sí hizo un ascenso lento y seguro. De hecho, cuando llegó a la superficie ya no encontró a la fallecida, se subió en su embarcación y la encontró flotando en el agua.

La acusación particular planteaba varias posibles imprudencias dado que el acusado era un buceador mucho más experimentado que la fallecida. La jueza le exculpa de los fallos en la planificación de la inmersión ya que son responsabilidad de cada uno de los buceadores y de lo ocurrido una vez estuvieron los dos en superficie porque entiende que no había margen para actuar de otra manera. Sin embargo, sí aprecia un comportamiento imprudente en el hecho de inflar el chaleco. La sentencia se apoya en la declaración de varios buceadores expertos de la Guardia Civil que declararon en el juicio.

Según dijeron, el comportamiento correcto hubiera sido intentar calmar a la buceadora para permitir que ascendiera con pausas y sin riesgo, en ningún caso forzar una subida instantánea. La jueza considera que el acusado tenía suficiente experiencia -más de 2.000 inmersiones- para tener ese cuidado y saber que si la joven subía así ponía en peligro su vida.

La defensa del acusado recurrirá la condena que implica el pago de una multa de apenas 180 euros. Como responsabilidad civil también se condena al pago de 85.000 euros a los padres de la víctima, cantidad que asume la aseguradora del acusado.