Imagen de Francisca Cortés, 'La Paca'. | Alejandro Sepúlveda

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Instituciones Penitenciaria ha permitido que La Paca cumpla su condena en Mallorca, tal y como reclamaba ella y también su familia. Francisca Cortés Picazo, ex matriarca de Son Banya, ya no es considerada una presa peligrosa y con la decisión del Ministerio del Interior no será necesario trasladarla de nuevo a Valencia, tal y como estaba previsto.

Desde hace años, ‘La Paca’ y su clan sostenían que era «inhumano» dispersar a la familia en distintas cárceles españolas: ella ingresó en Alicante II, en Villena, su hija ‘La Guapi’ en Zuera, Zaragoza; y su hijo ‘El Ico’ en la prisión de Mansilla, en León. En un principio, Instituciones Penitenciarias temía que la familia gitana siguiera controlando el narcotráfico en Mallorca si permanecían en la penitenciaría de la carretera de Sóller. Después, las cosas se agravaron con el asesinato de ‘La Parrala’, una histórica de Son Banya, y el enfrentamiento entre clanes hizo necesario dispersar a ‘La Paca’ y los suyos.

Campaña

Cuando sus hijos quedaron en libertad, regresaron a Son Banya y emprendieron una campaña para que su madre pudiera cumplir su condena en la Isla. Francisca Cortés ingresó preventiva por el Caso Kabul (cuya resolución final está ahora pendiente del Supremo), fue condenada por el Caso Son Banya y tiene pendiente el Caso Musarañas, que está en fase de instrucción. Instituciones Penitenciarias, sin embargo, consideraba que su traslado a Palma suponía muchos riesgos y negó esta posibilidad. Los acontecimientos se aceleraron el año pasado, cuando la ex jefa de Son Banya tuvo que viajar dos veces a Palma, por fallecimiento de familiares. En abril murió su hijo ‘El Chirri’ y se le permitió asistir al entierro y funeral. Después, volvió a Alicante, entre fuertes medidas de seguridad.

En junio murió su hermano ‘El Loco’, que llevaba años gravemente enfermo. De nuevo, Instituciones Penitenciarias concedió a ‘La Paca’ permiso para volver a Mallorca.

Su nuevo destino penitenciario debía ser Picassent, en Valencia, pero la familia volvió a solicitar que no fuera trasladada y pudiera cumplir el resto de su condena en la isla. Desde Palma se ha emitido un informe favorable sobre ella. El escrito ha tenido peso para que ahora el Ministerio le permita quedarse en Mallorca.