Las carreteras españolas se cobraron en 2014 tres víctimas mortales menos que el año anterior a pesar de que la mortalidad aumentó en diez de las diecisiete comunidades autónomas (entre ellas Balears), debido en especial a los descensos registrados en Cataluña y en el País Vasco.
Un total de 1.131 personas murieron en las vías interurbanas españolas el pasado año, la cifra más baja desde 1960.
Descendió la siniestralidad en especial en Catalunya, con 140 víctimas mortales, 30 menos que el año anterior, y en el País Vasco, con 20 fallecidos, 22 menos que en 2013.
También se redujo el número de víctimas mortales en Castilla-La Mancha (14 menos), en Asturias (7), en Madrid (5), en La Rioja (5) y en Cantabria (1).
Por contra, aumentó la mortalidad en las otras diez autonomías, de forma más notable en la Comunidad Valenciana (15 fallecidos más), Galicia (14), Navarra (12), Aragón (10), Extremadura (8), Murcia (8), Baleares (5), Canarias (5), Castilla y León (3) y Andalucía (1).
Por provincias, el descenso más notable fue el de Barcelona, donde murieron 60 personas en accidentes en vías interurbanas, 16 menos que en 2013.
También bajaron de forma significativa los fallecidos en Ciudad Real (15), Girona (15), Cuenca (14), A Coruña (12) y Huelva (11).
Por contra, se incrementaron los muertos en accidentes en especial en Lugo (21 más), en Alicante (17), en Granada (17), en Badajoz (13) y en Navarra (12).
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Las carreteras no se cobran la vida de nadie, salvo que aparezca un socavón de repente. Las vidas se las cobran las imprudencias de uno mismo o de terceros.