Imagen de archivo de un certamen de bonsáis.

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La muerte de varios bonsáis en Llucmajor por una mudanza ha terminado en una condena para el transportista cuyo seguro tendrá que indemnizar con 20.000 euros al dueño de los árboles.

La Audiencia ha ratificado la condena a la empresa al considerar que fueron una serie de deficiencias en el transporte de 80 plantas las que provocaron la muerte de éstas.

Los hechos ocurrieron en el mes de agosto de 2011. El dueño de los bonsáis recurrió a la empresa para trasladarlos desde Palma a Puig de Ros.

Ya había hecho un porte similar con la misma compañía sin incidentes.

En esta ocasión tuvieron lugar dos graves problemas, a juicio de la Sala. En primer lugar se sujetaron los bonsáis por el tronco, lo que provocó que tres de ellos se rompieran.

Además el camión estuvo en pleno mes de agosto varias horas cerrado al sol con su valiosa carga dentro.

A la hora de fijar la indemnización, la Audiencia valora «el especial cuidado y horas de trabajo» que requieren estas plantas.