La mujer fue trasladada por una ambulancia del SAMU-061 hasta el Área de Psiquiatría del centro hospitalario de Inca. | Alejandro Sepúlveda

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Agentes de la EMUME (Equipo de la Mujer y Menor) y del puesto de Inca de la Guardia Civil se personaron en una vivienda de la calle Gerrers de Inca, donde tenían constancia de que había una mujer que llevaba varios años encerrada en su casa.

La historia comenzó cuando un testigo acudió a los investigadores relatando que en el interior de la citada vivienda había una mujer encerrada muy demacrada.

Se trata de un matrimonio mallorquín residentes en Inca, ambos de edades comprendidas entre los 55 y 60 años.

Una comitiva policial acompañada por una ambulancia del SAMU-061 y de personal médico se personó en la vivienda.

Tras entrevistarse con el marido le solicitaron permiso para acceder al domicilio y entrevistarse con su esposa. Una vez dentro, el personal médico desplazado realizó un primer examen facultativo detectando que la víctima presentaba un cuadro propio de una persona desorientada.

En los primeros momentos, la mujer no quería abandonar la vivienda, pero finalmente, se tomó la determinación de ingresar de manera forzosa a la mujer en el área de psiquiatría del hospital de Inca para realizar un examen, tanto médico como psiquiátrico.

El marido al ser interrogado sobre los motivos por los que su mujer llevaba tantos años encerrada, se limitó a decir que ella no estaba bien, que tenía depresión y que no quería bajo ningún concepto que fuese ingresada en un centro.

La Guardia Civil remitió el informe a la autoridad judicial a la espera de que desde el hospital se realice el informe psiquiátrico y médico sobre el estado de la paciente.

Ahora, la jueza decidirási la mujer estuvo encerrada en contra de su voluntad o, si por el contrario, lo estaba de manera voluntaria.