Dos de los agentes participantes durante el operativo policial desplegado. g Fotos: ALEJANDRO SEPÚLVEDA | Alejandro Sepúlveda

TW
49

Más de 30 agentes de la Policía Local de Palma participaron ayer en la ‘operación Redada Mayor’ contra la venta ambulante ilegal en el centro de Ciutat. Atendiendo las quejas de los comerciantes y vecinos de la zona, sobre las 13.35 horas, se realizó un amplio operativo policial en la Plaça Major.

Durante el dispositivo, se localizaron a nueve vendedores ambulantes en la confluencia de la Plaça Major con la de Marquès del Palmer. Previo marcaje, gracias a un servicio de vigilancia de los puntos de venta ilegales, los agentes de paisano informaron a las unidades uniformadas y se inició la operación.

Sin persecuciones

Al emprender la huida a la carrera cinco vendedores, siguiendo las directrices dadas, se eludió iniciar persecuciones en aras de evitar dañar al gran número de transeúntes existentes, dejando en su huida el género de venta en el lugar, el cual fue incautado. A los otros cuatro vendedores se les levantó un acta sancionadora por realizar venta ambulante ilegal sin licencia.

El total del género incautado es el siguiente: 239 gafas de sol, 186 gorras, 84 bolsos de imitación de las principales firmas, 81 carteras, 61 relojes y 23 sombreros. Por otra parte, durante la visita realizada por el alcalde de Palma, Mateu Isern a la comisaría de la Platja de Palma, el primer edil afirmó que en la capital balear hay aproximadamente unos 800 vendedores africanos ilegales.

Los afectados son personas que realizan la venta para vivir y precisan lanzarse a diario a la calle para ofrecer sus productos. El inspector Miquel Quetglas, máximo responsable de la comisaría de Platja, afirmó: «Estos vendedores durante el día se marchan a la Part Forana y al centro de Palma y por la noche regresan a la playa», concluye.