Los hechos ocurrieron en Santa Margalida en el año 2004. | Elena Ballestero

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Sexo, cintas de vídeo y chantaje en Santa Margalida. La Audiencia Provincial ha ratificado una condena de un año de cárcel a una mujer de origen eslavo por chantajear a un mallorquín al que grabó en un encuentro sexual con una compatriota. Luego intentó que la víctima le pagara 12.000 euros a cambio de no divulgar las imágenes con medidas de seguridad e instrucciones típicas de una película mala. El hombre denunció los hechos y no llegó a entregar ninguna cantidad. La condena se ha quedado en sólo un año de cárcel porque todo ocurrió hace diez años y la causa ha acumulado retrasos injustificados en un juzgado de Manacor.

La acusada fue la intermediara para facilitar a la víctima un encuentro sexual con una compatriota suya. La cita tuvo lugar en un domicilio de Santa Margalida. En el dormitorio había oculta una cámara de vídeo que el interesado no vio y todo lo que pasó quedó registrado en imágenes.

Llamada

Dos días después de la cita, el hombre recibió una llamada telefónica de la acusada. Le citó junto a un supermercado de Can Picafort. Allí le dio una copia de la cinta y le anunció que le llamarían por teléfono. Esa llamada se produjo a las diez de la noche de ese día desde una cabina de Palma. Le exigían 12.000 euros para no distribuir copias de las cintas.

A partir de ahí, las llamadas telefónicas se intensificaron. Al día siguiente le dieron por fin instrucciones para la entrega del dinero: tenía que depositarlo en efectivo debajo de una señal de tráfico en Llubí. El chantajeado no tenía intención de pagar un euro y acudió a la Guardia Civil.

Fue al punto de entrega y simuló depositar el dinero. Sin embargo, la acusada se olió algo y tampoco acudió a la entrega. Eso sí, llamó de nuevo al chantajeado y le dijo: «Vete a la mierda, nos has vendido». Unos días después fue arrestada por estos hechos. Un juzgado de Palma condenó a la acusada a la condena de un año de cárcel, sin embargo, ésta recurrió a la Audiencia Provincial de Palma. En su recurso niega que fuera quien intervino en el chantaje. La Sala opta por la versión dada por al víctima y ratifica la condena que está acompañada de una multa económica.