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Trece heridos, dos de ellos de pronóstico grave, y seis coches afectados es el balance de un espectacular accidente de tráfico registrado en Magaluf en la madrugada de ayer. El conductor novel que provocó el siniestro es un joven de 18 años de edad que conducía bajo los efectos del alcohol y, supuestamente, a una velocidad excesiva.


Los hechos se produjeron en torno a las 4.45 horas en la Gran Vía que en su tramo curvo pasa a denominarse Cas Saboners.

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El joven conducía un Mercedes S350 de gran cilindrada que le había dejado su padre. Al entrar en la curva, pedió el control del vehículo y a pesar de activar el freno –más de 100 metros de marcas de frenada– arremetió contra tres taxistas que estaban parados esperando que el semáforo se pusiera en verde.

La fuerza con la que golpeó a los profesionales de la conducción fue de tal magnitud que se produjo un accidente en acordeón que también afectó a otros turismos que estaban estacionados. En ese instante, se vivieron escenas de gran dramatismo. Una intensa humareda hizo saltar todas las alarmas. El fuerte olor a neumático quemado, gritos, llantos y varias personas atrapadas provocaron la preocupación de centenares de turistas.

Más de seis ambulancias, personal médico del PAC de la localidad, Guardia Civil, Policía Local de Calvià y los Bombers de Mallorca se personaron en el lugar y auxiliaron a las víctimas. Los ocupantes del taxi 184 fueron los que sufrieron las lesiones más graves y aun permanecen hospitalizados. Trece personas resultaron heridas. El conductor arrojó una tasa de alcoholemia de 0,43.