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El supuesto líder de la Taganskaya en Mallorca, el magnate ruso Alexander Invanovich Romanov, pide salir de prisión después de que un informe oficial no haya encontrado operaciones sospechosas de blanqueo de capitales a su nombre ni al de sus colaboradores más cercanos.

A petición del juzgado, el Sepblac (Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales) vinculado al Banco de España, revisó en varias bases de datos si había transferencias o trasvases monetarios desde el extranjero a cuentas o depósitos de los principales imputados. El resultado ha sido negativo. El organismo recibe comunicaciones obligatorias de las entidades bancarias sobre determinado tipo de movimientos de capitales que pueden ser sospechosos. De todas formas, el informe lo que acredita es que no hay rastro de esos trasiegos de dinero.

La Guardia Civil detuvo a Romanov el pasado mes de diciembre en la 'operación Dirieba'. Era sospechoso de emplear dinero de la mafia rusa en al compra de un hotel en Peguera, el Mar i Pins por el que pagó seis millones de euros. A la vez, intentó obtener ventajas del Ajuntament de Calvià para realizar obras en el establecimiento y está bajo un proceso judicial también por amenazar a los trabajadores y competidores de su hotel y por otro delito de fraude fiscal. En la misma operación fue detenido un abogado de Palma por colaborar con la trama. Ahora, el nuevo abogado de Romanov, Marcos García-Montes reclamará la puesta en libertad del principal encausado por este informe. Además, en la causa declaró ayer como testigo una de las empleadas de Romanov, una de las personas que aportaron datos incriminatorios.

El magnate ruso tiente una importante fortuna en Moscú y su centro de operaciones en Palma era el hotel de Peguera junto al que residía en una mansión. El caso es similar al de Gennadios Petrov, fugado desde hace años después de que la Audiencia Nacional le pusiera en libertad.