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Después de tres meses de ímprobas investigaciones, la Policía Local de Palma ha imputado a un joven de 18 años como el autor de los grafitis en el nuevo espacio del Baluard del Príncep y en el fortín de Torre d'en Pau. Al acusado los agentes le intervinieron un libro en el que tenía guardadas todas sus 'obras' callejeras.

Los daños en el Baluard fueron especialmente graves, ya que la pintura se filtró en la piedra de marés y su recuperación es muy difícil. Algunas piedras, incluso, tendrán que ser reemplazadas, con el gasto que ello supone para el Ajuntament de Palma.

Catalogadas

Además, las murallas están catalogadas como BIC (Bien de Interés Cultural). En lugar de una falta, las acciones del grafitero pueden ser consideradas por la Fiscalía como un delito de daños intencionados, con una pena mucho más severa.

En la Torre d'en Pau, en el Coll d'en Rabassa, el mismo vándalo pintó en paredes y carteles, y firmó de la misma manera que en el Baluard. Los policías realizaron un complejo estuvo de los dibujos y corroboraron que al menos una decena de ellos eran obra del mismo autor.

Los agentes montaron dispositivos de vigilancia, con policías de paisano y camuflados, y finalmente el GAP cazó al sospechoso, que en un primer momento intentó disimular. Sin embargo, tenía en su poder pinturas y un libro con sus obras callejeras, por lo que no pudo alegar gran cosa. El Grupo de Seguimiento de Denuncias (GISD) ha realizado un completo atestado y ha acumulado numerosas pruebas contra el grafitero imputado, que firma sus dibujos callejeros como «Gio».