La policía portuguesa participa en las labores de búsqueda de la desaparecida Madeleine McCann en Praia da Luz en el Algarve (Portugal) este lunes 2 de junio de 2014. La policía continua investigndo la desaparición de la niña, entonces de 3 años, después de que desapareciera del apartamento en el que visitada Praia da Luz durante unas vacaciones. | LUIS FORRA

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Agentes de la Policía portuguesa y de Scotland Yard se encuentran hoy en suelo luso para reiniciar la búsqueda de Madeleine McCann en los alrededores de la zona del sur de Portugal donde desapareció hace más de siete años.

Así lo confirmaron hoy a Efe fuentes cercanas la investigación, que precisaron que los equipos ya están en la Praia da Luz (en la turística región del Algarve) y que esta misma semana está previsto comenzar con las excavaciones.

La cooperación entre las autoridades de los dos países se produce después de que Scotland Yard solicitara hace meses a la Fiscalía lusa «asistencia judicial» para poder avanzar con sus investigaciones en Portugal.

Estas excavaciones responden a una petición expresa de la Policía británica, que en 2011 decidió relanzar sus pesquisas y concluyó que Madeleine McCann podría seguir viva, publicando incluso un retrato robot de la menor con su apariencia a día de hoy.

Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación apuntaron hoy que las excavaciones se deben a que Scotland Yard cree ahora que la menor ha fallecido y que su cuerpo podría encontrarse cerca del lugar donde fue vista por última vez.

Las diligencias serán supervisadas por la Policía Judicial portuguesa (PJ) y materialmente ejecutadas por los agentes británicos que han viajado hasta allí con su propio material de perforación y búsqueda.

La línea de investigación británica discurre de forma paralela a la que mantiene abierta la PJ desde 2011, tres años después de cerrar el caso.

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Los indicios encontrados tras volver a analizar los agentes lusos todos los detalles permitieron a la Fiscalía reabrir el proceso en octubre de 2013.

Fuentes próximas a la investigación portuguesa explicaron a Efe que todavía no descartan que la menor siga viva y que la información recabada apunta a un acto aislado, cometido por una única persona, posiblemente de nacionalidad extranjera y que permaneció «poco tiempo en el país».

La desaparición de Madeleine McCann se produjo en mayo de 2007, cuando tenía apenas tres años y se encontraba de vacaciones con sus padres en un apartamento de Praia da Luz.

Sus progenitores, Kate y Gerry McCann, declararon que dejaron a su hija durmiendo junto a sus hermanos mientras cenaban con unos amigos en el mismo complejo turístico y que, a su regreso, la menor ya no se encontraba en la habitación.

Los padres de Madeleine fueron oficialmente considerados sospechosos por la Policía portuguesa debido al hallazgo de rastros biológicos de la pequeña en sus efectos personales y en un automóvil alquilado tras la desaparición.

Sin embargo, la Justicia lusa acabó por exculpar al matrimonio, después de que los análisis de las muestras que les incriminaban, realizados en el Reino Unido, no se consideraron concluyentes.

Gerry y Kate McCann han defendido durante estos años que Madeleine sigue viva y fue víctima de un secuestro.