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La Audiencia Provincial de Palma juzgará este lunes, a partir de las 10.00 horas, a un hombre acusado de abusar sexualmente durante aproximadamente un año de su hijastro de 12 años, y para quien la Fiscalía solicita ocho años de cárcel y que indemnice con 12.000 euros al menor por los daños morales causados. Asimismo, reclama que se le prohíba al procesado aproximarse a su víctima a una distancia menor de 500 metros y comunicarse con la misma durante un periodo de diez años.

En concreto, el inculpado, Julián G.A., será enjuiciado por el tribuna de la Sección Primera. El reo no ha estado privado de libertad por estos hechos.

Tal y como relata la acusación pública en su escrito de calificación provisional, durante alrededor de un año antes del 13 de febrero de 2002, cuando sucedió el último episodio, el procesado abusó en repetidas ocasiones de su víctima, con quien vivía junto a otros dos hijos de su pareja en un apartamento de Portocolom (Mallorca).

Según el Ministerio Fiscal, durante el verano de 2001 Julián G.A. solía ir a pescar con el menor y, en una de las ocasiones, se introdujeron en su vehículo supuestamente para regresar al domicilio familiar, si bien dirigiéndose en realidad a un descampado, donde el reo, con ánimo de satisfacer su deseo libidinoso, instó imperativamente a su hijastro a que le tocara.

El acusado llevó a cabo presuntamente estos abusos no sin antes advertirle al niño de que si contaba algún extremo de lo sucedido, «le castigaría y le amargaría la vida», además de decirle que «nadie le creería».

En otras ocasiones, el imputado, aprovechando la ausencia de su pareja del domicilio, exhibía películas pornográficas al menor mientras le conminaba a masturbarle; le instaba a que se bajara los pantalones para consumar los abusos, o le decía que fuera por la noche a su habitación para que viera las relaciones que mantenía con su madre, aprovechando algún despiste de ésta.