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Los autores materiales del crimen a hachazos del jubilado de Pollença entraron en la casa para robar. La principal hipótesis apunta a que Llorenç Colom, de 84 años, los sorprendió en la vivienda y lo mataron porque él los conocía del pueblo y podría haberlos identificado. Tal y como adelantó ayer Ultima Hora, además de los dos detenidos como presuntos homicidas, hay tres más implicados como encubridores. Hoy por la mañana pasan a disposición judicial en Inca.

La investigación del caso, que se inició en enero, cuando se produjo el asesinato, ha sido «atípica». Desde que el nuevo jefe de la Guardia Civil tomó posesión del cargo, potenció la investigación y descentralizó las diligencias. Así pues, el coronel Jaume Barceló impulsó que fueran los agentes del cuartel de Port de Pollença y la Policía Judicial, los que investigaran el crimen, cuando lo habitual era que se ocupara de estos casos el Grupo de Homicidios.

Baja delincuencia

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La jugada salió bien, ya que las pesquisas se centraron en la baja delincuencia de Pollença y los alrededores. De hechos, los dos autores materiales del crimen tienen antecedentes y se movían en ambientes turbios de la localidad.

La Benemérita, que todavía no ha cerrado la investigación y mantiene un hermetismo total del caso, cree que robaron una considerable cantidad de dinero, antes de huir. El detalle de tapar al jubilado asesinado con una manta fue muy gráfico para los agentes: no había duda de que lo conocían. El ensañamiento fue brutal, le propinaron entre ocho y nueve hachazos, todos ellos en la cabeza. Uno de los primeros policías locales que entró en la casa quedó tremendamente impactado por el espectáculo dantesco que se encontró.

El caso se complicó porque en esos días Pollença estaba de fiesta, con lo que algunos testigos no fueron localizados hasta días después y no aportaron datos relevantes. Uno de los detenidos como autor material, que está arrestado en los calabozos de Pollença, nació en el año 1974. El otro, que permanece en las celdas del cuartel de Inca, es del año 1958. Las edades de los tres encubridores no han trascendido. Son dos hombres y una mujer.

Uno de ellos trabaja como barrendero y ha estado vinculado laboralmente con el ayuntamiento. Ayer por la tarde, estaba previsto que el coronel Jaume Barceló se desplazara hasta el cuartel de Pollença para felicitar en persona a sus hombres, por la brillante resolución de un caso que ha conmocionado a Pollença.