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Los autores del robo millonario en la joyería del Coll d'en Rabassa llevaban desde el jueves picando en la pared, para abrir un butrón por el que colarse al interior. Los vecinos escucharon el ruido, pero pensaron que se trataban de obras de reforma en el establecimiento y no avisaron a la policía. El botín, que es muy cuantioso, todavía está siendo cuantificado.

Tal y como adelantó en exclusiva Ultima Hora, el robo se descubrió el lunes, después de que un vecino detectara un intenso olor a quemado y lo comunicara por teléfono a la centralita del 091.

Desvalijada

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Al llegar, no se encontraron con un incendio, sino con un butrón que permitió a los ladrones desvalijar la joyería. Los delincuentes se llevaron las 'mantas' de con las joyas, y en su interior había relojes, pulseras, collares y otras alhajas. Curiosamente, no se llevaron la plata.

La joyería María José está situada en el número 52 de la calle Cardenal Rosell y es muy popular en la barriada del Coll d'en Rabassa. Hace años, en concreto en 1995, ese establecimiento repartió parte del premio 'gordo' de la lotería nacional, que dejó una lluvia de millones en el Coll.

Ayer, los dueños seguían cuantificando las pérdidas, aunque el inventario es complejo y avanza lentamente. Para acceder al negocio, los hampones entraron por una casa colindante y desde ahí empezaron a abrir un boquete. Sabían que los dueños de la joyería no estaban y que al ser fiestas de Semana Santa tendrían ciertas ventajas para trabajar sin ser detectados.

«El jueves a las nueve empecé a escuchar golpes, que duraron hasta la una de la tarde», explicó Antonia, una de las vecinas. José, otro residente, fue quién alertó: «Olía a quemado y llamamos al dueño», manifestó. El Grupo de Robos del Cuerpo Nacional de Policía se ha hecho cargo de la investigación y de momento no se han practicado detenciones.