Dos bomberos, durante las labores de extinción del incendio en el chalé. | V. VASILEV

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«Esa familia me ha ayudado mucho. No tenía ningún motivo para vengarme de ellos». Un ciudadano alemán negó ayer que prendiera fuego a un chalé en la calle Botafoc de Llucmajor como venganza por haber sido desahuciado de la vivienda, en la que había residido doce años. Por esa acusación, la Fiscalía le reclama una condena de trece años de prisión y los dueños del inmueble, 15.

Los hechos ocurrieron el 13 de enero de 2013 en la urbanización Bellavista. Dos días antes, el acusado, de 56 años de edad había sido desalojado por la Guardia Civil de la vivienda por orden judicial. Esa madrugada el acusado regresó a la vivienda y se produjo un incendio que arrasó la finca casi por completo. La Fiscalía sostiene que fue el acusado quien roció de gasolina varios puntos de la vivienda y los prendió fuego, despechado por el desahucio.

El acusado aseguró en el juicio que él nunca tuvo intención de quemar la casa. «No me acuerdo de nada pero estaba destrozado», manifestó. Según contó, ese día entró para recoger algúnos objetos personales que se había dejado tras ser desahuciado. Había bebido «tres o cuatro botellas de vino» y se puso a mirar fotografías personales suyas.

Fotos

«Veía fotos de familiares y amigos muertos y las tiré a la chimenea», aseguró. Según su relato agarró un depósito de gasolina para recargar mecheros y roció al tuntún las fotos. Al prender, según su relato se incendió la casa.

Esta versión choca con el testimonio que dieron los agentes de la Guardia Civil que fueron los primeros en llegar al lugar del incendio. Uno de ellos relató que encontró al acusado dentro de su coche mientras fumaba con tranquilidad un cigarrillo: «Señaló a la casa, se señaló a sí mismo y me enseñó un mechero para dar a entender que lo había quemado él».

La defensa del acusado, que ejerce el letrado Bartomeu Oliver defiende su inocencia. De forma alternativa plantea que los hechos no supusieron un riesgo para otras viviendas situadas a uno y otro lado de la incendiada, por lo que reclama que, como mucho se le condene a un año de prisión por un delito de daños.

El incendio en la vivienda provocó daños por valor de 108.000 euros en la vivienda afectada. En una zona cercana había un depósito de gasóleo.