A la izquierda, la casa del fallecido en Pollença. | Alejandro Sepúlveda

TW
7

El entorno más próximo de Llorenç Colom Cabanellas es el objetivo donde la Policía Judicial de la Guardia Civil está buscando a su asesino. La autopsia ha desvelado que el jubilado de Pollença recibió entre ocho y nueve golpes en la cabeza, varios de ellos mortales de necesidad. La causa del fallecimiento fue un traumatismo craneal severo.

El jueves, el Grupo de Homicidios se volcó en el caso y se desplazó a Pollença, para seguir in situ las investigaciones. Por la tarde, el coronel Jaume Barceló también acudió a ese pueblo, para interesarse de primera mano por lo que estaba ocurriendo y por el estado de las diligencias. Ayer, viernes, el despliegue policial fue igual de contundente. Por la noche, un sospechoso fue interrogado, pero después quedó en libertad. La familia del fallecido también prestó declaración en el cuartel.

Noticias relacionadas

La Benemérita cree que Llorenç Colom conocía perfectamente a su agresor, y no se descarta que el atacante desconectara las luces de la casa, para tener ventaja a la hora de atacarlo. De hecho, cuando la Policía Local llegó por primera vez a la vivienda, no había fluido eléctrico. Otro dato de interés para los agentes es que nadie forzó la puerta de entrada del domicilio, lo que indicaría que Llorenç abrió la puerta a su agresor porque lo conocía.

Por otro lado, la forense Marisa Ariño ha practicado la autopsia a la víctima mortal y ha confirmado que el asesino le golpeó con furia entre ocho y nueve veces, la mayoría de ellas en la zona craneal. El objeto utilizado es una herramienta de albañilería.

Ayer tarde continuaban las tomas de declaraciones a testigos, para conocer más detalles sobre las últimas horas del jubilado.