Desde el exterior de la casa, resulta imposible ver la vivienda y controlar a sus moradores. | Michel's

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Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y el Grupo de Patrimonio sospechan que los asaltantes del chalet del Port de Pollença, cuyo dueño falleció a causa de la paliza recibida, conocían la casa.

Según fuentes próximas al caso a que ha tenido acceso Ultima Hora los responsables del caso sostienen que desde el exterior de la finca es imposible tener campo visual de la vivienda. Este punto lleva a pensar que la vigilancia se realizó desde la calle y que los presuntos asaltantes conocían la casa o tuvieron información de alguien que la conociera.

Investigación

La investigación no es sencilla dado que se trata de una zona relativamente aislada, tranquila, sin cámaras de seguridad próximas. Además, la complicación es aún mayor cuando los vecinos colindantes no se enteraron de nada.

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A pesar de todos los inconvenientes y dificultades añadidos al caso, la pericia policial de los investigadores les están llevando a trabajar con varias hipótesis y pistas que en breve podrían dar sus frutos.

Por el momento, según las primeras investigaciones, en el momento de producirse el asalto en la vivienda no había dinero y la mujer del fallecido y el núcleo más cercano al fallecido han declarado que Kurt Schwab, de nacionalidad suiza de 78 años, no tenía problemas con nadie.

Lo más destacable del caso es que los asaltantes ya habían intentando tres días antes entrar en el domicilio, durmieron a los perros, pero desistieron del robo.

El primer intento de robo se produjo en la noche del 23 al 24 de diciembre. El dueño de la vivienda comunicó lo ocurrido ante la Guardia Civil. Los agentes acudieron al domicilio y realizaron una inspección ocular, a la vez que se inició la investigación. El dueño de la vivienda y su mujer, española de 76 años, pensaron que se trataba de un hecho puntual y no le dieron mayor importancia.

El día 27 por la mañana esperaron en el exterior del chalet a Kurt. Éste, a las 9,30 horas, abrió la barrera, cogió el periódico del buzón y se introdujo de nuevo en su casa. Poco antes había desconectado la alarma. La pareja fue atacada por dos individuos encapuchados, que no lograron llevarse nada. Kurt recibió una brutal paliza y falleció el día 1 en Son Espases.