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Los asaltantes del chalet del Port de Pollença cuyo dueño falleció a causa de la paliza recibida, ya habían intentado entrar en la casa tres días antes. En esa primera ocasión, los delincuentes durmieron a los tres perros que hay vigilando la propiedad, pero los planes no salieron como habían previsto y desistieron del golpe. Tres días después regresaron, apalearon al dueño y encerraron a su mujer en el baño para que les dijeran dónde estaba escondido el dinero. Tampoco lo lograron y huyeron del domicilio, situado en el Camí de Síller del núcleo costero.

El primer intento de robo se produjo en la noche del 23 al 24 de diciembre. El dueño de la vivienda, Kurt Schwab, de nacionalidad suiza y 78 años de edad, comunicó lo ocurrido ante la Guardia Civil. Los agentes acudieron al domicilio y realizaron una inspección ocular, a la vez que iniciaron una investigación para esclarecer los hechos.

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Segundo asalto

El dueño de la vivienda y su mujer, española de 76 años, pensaron que se había tratado de un hecho puntual que quedaría en un susto y los ladrones no regresarían. Sin embargo, los delincuentes planificaron otro segundo intento. El día 27 por la mañana esperaron en el exterior del chalet a Kurt. Éste, a las 09.30 horas de la mañana, abrió la barrera, cogió el periódico del buzón y se introdujo de nuevo en su casa. Poco antes había desconectado la alarma. Esa mañana, Kurt y su mujer estaban solos en el chalet. Tenía que acudir la mujer de la limpieza, pero le habían dicho que no fuese porque tenían que decorar el árbol de navidad, ya que iban atrasados después del incidente con los ladrones registrado tres días antes, y así en la mañana del día 27 tendrían tiempo para la decoración navideña.

No obstante la pareja fue atacada por dos individuos encapuchados, que no lograron llevarse nada de la casa. Kurt recibió una brutal paliza y falleció el día 1 en Son Espases. Su mujer resultó herida leve aunque sigue en estado de 'shock'.