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La profesora de la escuela de música a la que acudía Asunta Basterra Porto, cuyo cuerpo fue localizado el 22 de septiembre en una pista forestal del municipio coruñés de Teo, declaró en el juzgado que la niña le había dicho que sus padres «la estaban engañando» y que su madre le había dado «unos polvos blancos» que la tuvieron «dos días dormida».

Así lo recoge el sumario, según publican 'Faro de Vigo' y 'La Opinión', en el que se incluye la declaración de esta profesora que explicó que el 16 de julio, tras preguntarle qué le pasaba porque «hablaba muy despacio» le comentó que su madre le había dado unos polvos blancos» y había estado «dos días» durmiendo.

«Me dijo que no sabía qué le ocurría y que la estaban engañando», declaró la profesora ante el Juzgado de Instrucción Número 2 de Santiago de Compostela.

La docente apuntó al juez, además, que el padre de la menor, Alfonso Basterra, que permanece en prisión provisional como su exmujer, imputados por un delito de asesinato, justificó lo sucedido diciendo que la niña tomaba una medicación para la alergia, hecho que la pediatra de Asunta desmintió en el marco de la investigación.

Al respecto, según publica 'La Voz de Galicia', el sumario recoge que la profesora declaró que, cuando llamaron a los padres para recoger a Asunta porque estaba adormecida, Alfonso Basterra «le restó importancia, sin hacer ningún comentario» y se llevó a la niña.

También la directora del centro donde estudiaba Asunta había señalado en el marco de la investigación que en más de una ocasión la niña había acudido a clase «aturdida y muy mareada». De hecho, el informe de toxicología reveló que, al menos durante tres meses, a la menor le habían suministrado ansiolíticos.

Al respecto, en el auto el juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, en el que comunica el levantamiento del secreto de sumario, señala que la madre de Asunta, Rosario Porto, afirmó que Basterra tenía orfidal en su domicilio.

El juez imputa al padre de la niña haber suministrado el 21 de septiembre una «dosis tóxica» de orfidal para «privarla de toda voluntad y defensa» y «presuntamente facilitar la acción de asfixia» en «un plan concordado» con su exmujer.

AMIGOS

Mientras, los amigos de Asunta que prestaron declaración en el juzgado negaron que la niña les contase que tenía problemas en casa o que le obligasen a ingerir pastillas, según consta en el sumario.

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En concreto, la menor que aseguró ser su mejor amiga recalcó que nunca le insinuó que sucediese nada extraño en su entorno familiar. También negó que Asunta le contase el supuesto ataque de un desconocido que, según declaró su madre, sufrió en el domicilio en el que residían unos meses antes de su muerte.

No obstante, según recoge el sumario, la vecina de Rosario Porto había señalado que días antes del crimen le había contado «con lágrimas en los ojos» que tenía «muchos problemas». «Me olvido de las cosas y las tengo que apuntar», recuerda que le había dicho ella tras enseñarle las notas que tenía por la vivienda.

Asimismo, la vecina declaró que la madre de Asunta le había relatado que la niña se había dejado las llaves fuera del piso y que un hombre la había atacado. Desde ese episodio, según recuerda que le dijo, la menor estaba «mal» y dormía todas las noches con ella.

También la madre de una niña que iba a clases de ballet con Asunta coincidió con esto en su declaración, al afirmar que durante un trayecto en coche la niña le dijo que un extraño la había atacado. «Llamé a Rosario para decirle si era verdad y me dijo que sí, que era un ladrón y que sabía dónde estaba la caja fuerte porque estaba en la habitación de su hija», indicó en su declaración.

Según publica 'La Voz de Galicia', en una excursión Asunta le había comentado a una compañera de clase que un hombre vestido de negro había intentado matarla apretándole el cuello mientras dormía en su cama y que su madre había ahuyentado al intruso con un cuchillo. Rosario Porto había indicado a la Policía que no denunciara el ataque para no causar un trauma a su hija.

AUTOPSIA

En relación a la muerte de la niña, uno de los informes de la autopsia realizada señala que Asunta no presentaba heridas defensivas y murió por asfixia por sofocación.

Señala también que el cuerpo tiene marcas en las muñecas y que, posiblemente, fue atada antes de morir. En concreto, los agentes que acudieron al lugar donde fue localizado el cuerpo recogieron en su informe que la niña tenía atacado a un tobillo un cordel naranja plastificado con muchos nudos.

Posteriormente, los investigadores localizaron un trozo similar de cuerda en una papelera del primer piso del chalé familiar de Teo y una bobina en el garaje.

Según se recoge en el sumario, la Guardia Civil concluyó tras las investigaciones que Rosario Porto tuvo tiempo para abandonar el cadáver de Asunta en la pista forestal de Teo. De hecho, según las grabaciones de las cámaras de seguridad recopiladas, la madre de la menor tardó 19 minutos en conducir desde el garaje situado en General Pardiñas a la vivienda de Teo, mientras que el camino de regreso, cuando supuestamente su hija ya estaba muerta, le llevó 40 minutos.

Los investigadores han determinado que Asunta comió el día de su muerte con sus padres en el domicilio de Basterra, donde permanecieron hasta las 17.20 horas. Según señala el juez en su auto, fue el padre el que suministró la «dosis tóxica de orfidal», tras lo que la menor y su madre regresaron a su casa para, posteriormente, trasladarse en coche ambas hasta la vivienda de Teo, según recogen las grabaciones de cámaras de seguridad.