Imagen de uno de los policías detenidos por el robo a Matutes.

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R.R.G., el primer agente del Cuerpo Nacional de Policía detenido por el robo millonario en las oficinas del Grupo de Empresas Matutes decidió confesar la autoría material del golpe y entregar todo el dinero porque «tenía remordimientos de conciencia», manifestó ayer su abogada, Ascensión Joaniquet.

Una vez detenido por sus compañeros de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de la Comisaría de Eivissa, R.R.G., que gozaba de la confianza de este grupo empresarial y vivía frente al edificio en el que se perpetró el robo, negó ser el autor de los hechos, pero en muy poco tiempo se desmoronó y acabó por confesar y señalar a los agentes dónde estaba el dinero. Día a día, R.R.G. fue confesando donde estaba el dinero hasta llegar a sumar los 1,7 millones de euros que se han recuperado.

También señaló al otro agente detenido, J.J.F., que también gozaba de la confianza de los responsables del grupo empresarial, si bien lo exculpó de cualquier iniciativa. De hecho, la abogada Ascensión Joaniquet, que también lleva el caso de J.J.F., señaló que este segundo policía arrestado se «limitó a hacer un favor puntual» a su compañero, que consistiría en guardarle una maleta cuyo contenía desconocía. Cuando la policía la encontró, se vio que dentro había entre 800.000 y 900.000 euros. Previamente, R.R.G. había entregado 100.000 euros que se había guardado.

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En dos partes

Finalmente, el jueves, R.R.G. dijo a la policía dónde estaba el resto del dinero, de manera que los agentes encontraron, en dos lugares diferentes, una cantidad que oscila entre los 700.000 y los 800.000 euros.

Los agentes, una vez obtenidas las órdenes de registro correspondientes, encontraron una parte en el maletero de un coche de alquiler y otra escondida en un terreno rural propiedad de un familiar del policía arrestado.

Tanto R.R.G. como J.J.F. quedaron en libertad con cargos tras declarar en el juzgado de guardia.