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«Un peligroso delincuente». Así definió un juez de Inglaterra a Nelson D., el exconvicto que en la madrugada del viernes apuñaló a cinco jóvenes en un bar de Punta Ballena, durante la fiesta de Halloween. El discjockey británico cumplió condena en su país por un sonado atraco a un matrimonio en su casa. La pareja fue golpeada salvajemente y la mujer se libró de ser violada porque hizo creer a Nelson y su compinche que tenía sida.

Los hechos se produjeron en 2007, cuando el acusado, que es británico de ascendencia portuguesa, logró entrar en una casa de Buckinhamshire con un compinche. Él tenía 16 años, por lo que era menor de edad, y en la vivienda se encontraba un matrimonio, que fue golpeado con furia. Los dos asaltantes maltrataron al marido y después Nelson estrelló una botella en la cabeza de la mujer. Acto seguido, le preguntó si quería ser violada.

La víctima, que sufrió un ataque de nervios, consiguió hacer creer al menor que padecía el virus del sida, y se libró así de una agresión sexual.

El caso causó revuelo en el Reino Unido, por la violencia del asalto en la casa, y poco después la policía detuvo a Nelson, que fue condenado a un correccional porque era menor de edad.

Muy violento

Los medios de comunicación se hicieron eco de la histórica y destacaron que el joven de ascendencia portuguesa era «muy violento». Tras su paso por el penal, parece ser que Nelson viajó a Mallorca y encontró trabajo como disc jockey en un bar de Punta Ballena (Magaluf). Con él llegó su hermano, que también reside en la isla. Fue precisamente la agresión que sufrió su hermano en la noche de Halloween la que provocó la furia de Nelson. Según contó él mismo, unos desconocidos que iban disfrazados atacaron a su hermano y él, para vengarlo, se presentó en un local nocturno y apuñaló a cinco jóvenes, que iban con vestidos de Halloween. Sin embargo, se confundió «porque todos iban disfrazados». Dos de los agredidos, ambos británicos de 30 años, fueron hospitalizados en Son Espases con heridas incisas en la espalda y el abdomen, mientras que otros dos fueron atendidos en Son Llàtzer.

Tras ser detenido, el juez de guardia le tomó declaración y después, inmediatamente, ordenó su ingreso en prisión. Ahora se investiga si llegó legalmente a Mallorca.