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Un jurado juzgará en Palma la muerte de María Victoria Pons Aguiló en un incendio que supuestamente provocó el joven José Carreras Torres que convivía en la misma vivienda con la mujer, que le había acogido en la casa.

La Fiscalía reclama una condena de quince años de cárcel de asesinato contra el acusado, que ahora tiene 23 años de edad. Los hechos ocurrieron en octubre de 2011 en una vivienda de la calle Agapito Llovet de Eivissa. Según sostiene la Fiscalía, el acusado prendió fuego a un trapo y lo arrojó a un sofá. Eran las tres y media de la tarde y en ese momento, la víctima dormía en la habitación del domicilio. Como consecuencia del humo, la víctima comenzó a inhalar monóxido de carbono, lo que provocó su muerte. Además sufrió quemaduras como consecuencia del fuego.

Un agente del Cuerpo Nacional de Policía sufrió lesiones cuando acudió a la vivienda para intentar socorrer a la víctima. Tanto el piso en el que ambos residían como otra vivienda aledaña sufrieron daños importantes como consecuencia del incendio, por lo que, de ser condenado, el acusado tendría que indemnizar a los propietarios.

Hija

La víctima tenía una hija de trece años de edad, para la que la Fiscalía reclama una indemnización de 150.000 euros. El ministerio público considera que el acusado actuó con la intención de matar a la víctima al incendiar el sofá y califica los hechos como de asesinato, si bien, de forma alternativa ofrece la posibilidad de que los hechos sean considerados un homicidio y un delito de incendio. En caso de que se acepte esa alternativa, la condena que reclama es de doce años de prisión. Este jurado se celebrará en el mes de diciembre de este año en Palma.

También será enjuiciado en la sede de la Audiencia la muerte de César Augusto Rendón Giraldo ocurrida en Sant Antoni de Portmany. Del crimen está acusada su expareja, Albar Mary Mesa Reyes, de nacionalidad colombiana. Según relata el ministerio público, el 16 de abril de 2012, los dos se reunieron en un bar. Habían roto siete meses antes después de una relación de seis años. Ambos estuvieron hablando más tarde dentro del coche de la víctima y finalmente fueron a un descampando. Allí ambos comenzaron a discutir. En la disputa, la acusada encontró un cuchillo de 20 centímetros de hoja que estaba junto al freno de mano del automóvil. Le clavó el arma en el cuello, de manera que le cortó el músculo esternomascloideo y le seccionó la yugular interna. La mujer huyó del lugar. La víctima se quitó el cuchillo del cuello y arrancó el coche hacia el centro de salud de Sant Antoni. En una rontonda sufrió un accidente y se golpeó contra un árbol. Murió allí desangrado, a pesar de que recibió asistencia médica de urgencia. Tenía 31 años de edad cuando falleció.

Puñalada

La Fiscalía acusa a Alba Mary Mesa Reyes, de nacionalidad colombiana y 37 años de edad de un delito de homicidio. Reclama para ella una condena de doce años y siete meses de cárcel, además de que indemnice con 89.000 euros a la madre de la víctima. La causa será juzgada a partir del cuatro de noviembre por un jurado popular en Palma.

Justo a la semana siguiente de ese juicio comenzará la vista por la muerte de Ana Niculai. Su asesino confeso, Alejandro de Abarca se enfrenta de una petición de cárcel de hasta 50 años por parte de las acusaciones populares. El juicio comenzará con la certeza de que el acusado será condenado, toda vez que la defensa admite que mató a la joven y que no fue un accidente, sin embargo solicita una eximente y que se le aplique una condena de ocho años. Ahí luego hay un margen entre los ocho años de prisión que solicita la defensa y los 50 que piden las acusaciones particulares y el jurado tendrá que decidir en qué medida afectó al acusado el consumo de drogas y de alcohol. El fiscal reclama una pena de treinta años por delitos de asesinato, detención ilegal, robo con violencia, conducción sin permiso e incendio. Abarca ya fue condenado por un delito de quebrantamiento de condena por no regresar aquel día al centro de internamiento.