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Una planta baja de la barriada palmesana de Pere Garau fue devastada en la madrugada de ayer por un incendio que también afectó al piso superior. La vivienda era propiedad de un banco y al parecer estaba 'ocupada' ilegalmente por unos inquilinos, que habían realizado un empalme ilegal para tener electricidad.

La casa en cuestión está ubicada en el número 24 de la calle Jeroni Rosselló, una travesía de Joan Bauzá. Pasadas las doce y media de la noche, los vecinos detectaron un fuerte olor a humo y poco después las llamaradas se colaban por las persianas mallorquinas y eran visibles desde la calle.

Hasta esa dirección se desplazaron los equipos de emergencias, que cortaron la calle para que los camiones de los bomberos pudieran actuar. Las llamas ya se habían extendido por toda la planta baja del edificio, y la prioridad de la policía fue confirmar que no había nadie atrapado en edificio. Unos cinco vecinos pudieron salir a la calle y ninguno de ellos resultó intoxicado. El fuego consumió el cableado eléctrico que discurre paralelo a la fachada, lo que originó grandes chispazos y pequeñas detonaciones.

Cuando por fin la situación quedó controlada, los bomberos confirmaron que toda la planta baja había quedado arrasada por el siniestro. Las llamas también habían causado daños en el piso superior y en la fachada de la finca.

Los vecinos explicaron que una expresidiaria 'ocupaba' desde el mes de marzo ilegalmente la casa, que había sido embargada por un banco. El inmueble no tenía luz ni electricidad, pero los vecinos denunciaron que los 'okupas' habían realizado un empalme ilegal. El fuego, pues, podría haberse iniciado a consecuencia de un cortocircuito en la sala.