Diego Antonio Galeote Rosselló, al llegar a los juzgados esta mañana. | Alejandro Sepúlveda

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Diego Galeote ingresó ayer en prisión tras repetir ante el juez y luego ante el forense que mató a su hermano Víctor a martillazos. Después, compró un arcón congelador, le descuartizó y le guardó ahí hasta que el lunes de madrugada se hundió y confesó lo ocurrido a la policía. El 'carnicero' de Pere Garau explicó en su versión de los hechos que actuó tras un intento de agresión por parte de su hermano a quien atribuye haberlo atacado primero tras una acalorada discusión. El detenido está imputado de un delito de homicidio, a la espera de que las pruebas forenses confirmen o no su versión de los hechos.

El imptuado explicó en su versión que su hermano vivía con él desde hacía aproximadamente un año. Se quedó en su vivienda cuando la madre de ambos le había echado de su casa y se había marchado a vivir a la Península. Entonces, para no dejar a Víctor en la calle, el homicida confeso le dejó quedarse con él. En principio, este acuerdo era para unos días, hasta que la víctima encontrara un sitio donde quedarse de forma definitiva.

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Sin embargo, casi un año después seguía en la vivienda. El detenido señaló que le había instado a irse en varias ocasiones con éxito nulo y que esta situación desembocaba en discusiones frecuentes. El día en el que cometió el crimen, Diego contó al juez que estaba decidido a que su hermano se largara de la vivienda. Le insistió y le dijo que tenía cinco minutos para marcharse y que iba a llamar a un cerrajero para que cambiara la cerradura. La discusión fue muy intensa y, según el relato del homicida confeso, fue a coger el teléfono para llamar al cerrajero cuando notó que su hermano se le venía encima con un martillo en la mano. La discusión desembocó a partir de ahí en crimen: Diego le quitó el martillo a Víctor y le dio un golpe que le mandó al suelo. A partir de ahí el imputado sostiene que perdió el control. Le machachó y le remató de dos golpes fuertes. Señaló ante el juez que en esa secuencia violenta tiene lagunas y que actuaba como loco. Tras matar a su hermano se fue a comprar el congelador, después despedazó el cadáver, lo guardó y se tomó tiempo para limpiar a conciencia la vivienda.

Durante los veinte días siguientes cuenta que nadie le preguntó por su hermano, algo que choca con la versión de varios testigos. Explica que su padre vive en Italia y que ahora su madre se encontraba en la Península, a lo que se suma que Víctor estaba distanciado de toda la familia. Aguantó esa situación durante veinte días en los que no hizo nada para deshacerse del cuerpo. Finalmente, señala que se vino abajo y que, superado por la situación, decidió acudir a la policía.

Después de declarar ante el juez de guardia, Víctor Galeote fue examinado durante más de una hora en la clínica forense antes de ingresar en prisión. En su declaración se mostró hundido por lo ocurrido y sin una explicación de los motivos que le llevaron a un comportamiento monstruoso. Su futuro depende de las pruebas forenses. Un caso similar, el de el hombre que mató a su pareja, María Elena Salcedo en Palma y después la descuartizó quedó en una condena de diez años de cárcel.