El acusado, ayer, durante el juicio. | Alejandro Sepúlveda

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Un hombre fue condenado ayer a tres años y medio de cárcel y a cinco años de tratamiento psicológico por apuñalar a su padre en la vivienda familiar de la calle Caro de Palma. El acusado reconoció los hechos y aceptó la pena después de que la Fiscalía aceptara una eximente incompleta dado el trastorno psicológico que sufre. Los hechos ocurrieron el nueve de septiembre. El acusado discutía con su madre y el padre intervino para defender a la mujer. El hombre fue a su dormitorio, cogió un cuchillo y se lo clavó cuatro veces a su padre en el abdomen que le provocaron heridas muy graves. En el juicio, el condenado aseguró que cuando ocurrieron los hechos no tomaba su medicación: «Mi padre y mi madre son lo más grande que tengo en este mundo. Estoy muy arrepentido. Tengo el corazón partido».