Agentes uniformados y de paisano de la Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía, patrullando por Platja de Palma. | RS

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«Señor agente. Esta madrugada me han violado en la Platja de Palma. Ha sido un alemán, alto, joven y rubio, pero no puedo aportar ningún dato más». Con declaraciones similares a la expuesta anteriormente, los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía o de la Guardia Civil ya suelen detectar que se encuentran ante una declaración de la víctima un tanto inverosímil y todo apunta a la dirección de que se trata de una denuncia falsa.

«En algunos casos, la víctima no duda en apuntar abiertamente que dispone de seguro por violación y que necesita una copia de la denuncia sellada con el pertinente informe del facultativo de turno para aportarla y poder reclamar a su seguro», añade uno de los profesionales consultados.

Varias fuentes, tanto del ámbito médico como del policial, coinciden que se trata de una práctica que debería estar totalmente prohibida. «No es normal que entren en la consulta las supuestas víctimas y en lugar de estar en estado de ‘shock’ o visiblemente afectadas y nerviosas se encuentren bromeando o muy interesadas de que los informes y trámites burocráticos para el seguro se hagan correctamente», añade un facultativo consultado.

Algunas compañías de seguros contratan una cláusula adicional dentro de la póliza en la que en el supuesto caso de que la joven sea violada se procederá a la devolución del billete íntegro y una indemnización cuya cantidad económica dependerá del importe de la póliza contratada.

En los últimos meses, en las principales zonas de ocio de Balears, las diferentes policías han detectado un repunte de denuncias que luego han resultado ser falsas. En muchas ocasiones, las cámaras de seguridad de los hoteles han permitido desmontar algunas de ellas.

Por otra parte, también hay un alto porcentaje de supuestas agresiones sexuales en las que probar la autoría de las mismas es bastante complicado. Son aquellos casos en los que las víctimas y agresores se encontraban bajo los efectos del alcohol y mantuvieron relaciones sexuales. Finalmente, determinar la barrera de la agresión sexual o del consentimiento es muy complicado.