El acusado, ayer, en la Audiencia Provincial de Palma. | Alejandro Sepúlveda

TW
4

Una fiesta familiar bárbara. Un hombre aceptó ayer una condena por apuñalar a un tío de su mujer tres veces en Sineu después de ingerir una cantidad salvaje de alcohol: entre veinte y veinticinco chupitos de licor y una docena de cervezas. Entre medias una escena malinterpretada con dos mujeres y el acusado tirados en una cama.

Los hechos ocurrieron el 14 de noviembre de 2011. Ese día, el acusado celebraba el cumpleaños de la hija de su pareja. La fiesta fue prolija en alcohol. «Estaba muy bebido», afirmó ayer en el juicio el acusado quien afirmó que había tomado toda esa cantidad. «Me sentía mal y quería descansar», añadió. Eso ocurrió al finalizar la velada y su mujer le acompañó hasta la cama. Los dos se tumbaron. En ese momento acudió al dormitorio de la pareja una tía de la esposa del acusado para despedirse, según la versión dada por el encausado. Fue entonces cuando se produjo el malentendido. El novio de la tía entró en el cuarto y se encontró a las dos mujeres y al hombre en la cama juntos y montó en cólera.

«Me atacó. Yo me levanté, estaba muy borracho y no estaba en mis cabales», asegura el acusado. Se inició una discusión violenta entre los dos hombres que se prolongó hasta el exterior de la casa. El acusado salió con un cuchillo de grandes dimensiones y dio dos puñaladas en el abdomen y una en la pierna a la víctima. Uno de los asistentes a la fiesta consiguió agarrar de la mano al acusado y quitarle el cuchillo. La víctima quedó en el suelo y tuvo que ser hospitalizada al tener alguna de las heridas hasta doce centímetros.

El acusado, representado por el letrado Carlos Barceló aceptó ayer una condena de tres años y medio de cárcel después de que su defensa alcanzara un acuerdo con la Fiscalía que aceptó aplicar una circunstancia atenuante de embriaguez muy cualificada y rebajar así su petición inicial de siete años y medio.