‘El Forrito’, el único que no se cubre la cara, ayer en la Audiencia Provincial. | Alejandro Sepúlveda

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El juicio al ‘clan del Forrito’ por tráfico de drogas en el poblado de Son Banya se plantea igual que el juicio de la ‘operación Kabul’. Las defensas de los trece acusados plantearon en la vista la nulidad de las escuchas telefónicas para buscar la absolución de los acusados, incriminados por un cargamento de un kilogramo de heroína y por la droga encontrada en varios pisos de Palma y del poblado. El fiscal, Julio Cano, uno de los dos representantes del ministerio público que actuaron en Kabul respondió con un alegato válido para otras causas: «No puede exigirse la misma prueba para autorizar unas escuchas que la que se necesita para una sentencia condenatoria, que es al extremo al que se está llegando». El fiscal también destacó las dificultades para las fuerzas y cuerpos de seguridad que entraña ir más allá de desarticular un simple punto de venta: «Si se quiere ir a la red no se puede reventar la operación antes».
Otra variación con Kabul del juicio de ayer es que las defensas rehusaron especificar sus pegas a las escuchas con la previsión de que la Sala no decida hasta la sentencia, algo que finalmente ocurrió.
Los principales acusados en el juicio se negaron a responder a las preguntas de la Fiscalía. El juicio continúa hoy pero luego se verá interrumpido al coincidir con la celebración de las vistas por el ‘caso Can Domenge’.