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La condena por una violación ocurrida en la Colònia de Sant Jordi hace más de once años ha quedado en solo cinco meses de cárcel. El enorme retraso que la causa acumuló durante su instrucción en Manacor motivó que tardara más de una década en llegar a juicio. Con estos mimbres, la Audiencia Provincial ha reconocido de oficio como muy cualificado el atenuante de dilaciones indebidas. Es decir, una condena que podría haber sido de un máximo de cuatro años de cárcel queda en cinco meses por ese retraso que se suma a que el acusado había consumido una gran cantidad de alcohol y drogas.

Los hechos ocurrieron el 9 de noviembre de 2001. El acusado y la víctima coincidieron en un bar en torno a la una de la madrugada y comenzaron a conversar. Según declara probado la sentencia se fueron juntos a un solar. Allí, el joven de 18 años entonces intentó mantener relaciones con la mujer, de 47. Ésta se negó y forcejearon varias veces hasta que la mujer logró despistarle: le propuso que fueran a su casa, él otro aceptó, se subió al coche y le dejó en tierra.

La sentencia absuelve al mismo tiempo al acusado de un delito de detención ilegal. Los magistrados consideran que la versión que dio la víctima en el juicio estaba exagerada. Así, tildan de rocambolesca su explicación de que el joven la persiguió a la carrera cuando ella se marchaba en coche, la dio alcance y la secuestró para llevársela. Tampoco se creen que le obligara a practicarle una felación.