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La Audiencia Provincial ha impuesto una condena de diez años de prisión para un vecino de Palma que violó de forma reiterada a su hija a lo largo de ocho años. Según considera probada la sentencia, el acusado premiaba a la víctima con el uso del ordenador o dándola pequeñas cantidades de dinero cuando accedía a los abusos. Si se negaba, la castigaba obligándola a encerrarse en su cuarto a estudiar. Los hechos comenzaron cuando la menor cumplió los ocho años de edad y se prolongaron hasta que hizo los 17. La propia adolescente -ahora ya mayor de edad- denunció los hechos años después, tras un nuevo encuentro con su padre.

Durante el juicio, el acusado aseguró que su hija le había denunciado porque él no pagaba la pensión alimenticia que le correspondía tras divorciarse de la madre de la menor. La hija admitió en el juicio que envió un mensaje al teléfono de su padre en el que le decía que si no pagaba la pensión iba a contar todo lo que había hecho. En la sentencia, el tribunal asegura: «Descartamos absolutamente que por ese motivo se hubiera podido inventar o simular la existencia de los abusos que vino padeciendo. En absoluto nos creemos que la denuncia viniera influida por móviles de venganza, ya que el padre nunca pagó la pensión desde 2007 (y la denuncia se produjo en 2009)».

Otro argumento del padre era que la adolescente le había denunciado porque no le gustaba el novio que ella tenía entonces. La Audiencia rechaza también este argumento y recuerda que la pareja rompió a los pocos días de ponerse la denuncia.

Además de la declaración de la víctima, la sentencia se refiere a varios episodios que corroboran los dicho por la menor. Así, el hermano de la víctima relató en el juicio que sorprendió a su padre en la cama de su hermana una mañana y que éste le gritó que se fuera, si bien no recordaba ningún elemento sexual. También valora la Sala como incriminador el hecho de que el acusado se enfadara mucho cuando se enteró de que la niña había tenido su primera menstruación. Ante el hecho de que se trate de un abuso de padre a hijo, la Audiencia decidió imponer la pena más alta posible. La sentencia se puede recurrir.