Un agente de la Policía Judicial y un policía local, junto a la casa de Llucmajor. | Alejandro Sepúlveda

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Juan D. V., el vecino de Llucmajor de 56 años que el lunes por la tarde intentó supuestamente matar a su esposa a puñaladas, sufrió un derrame cerebral tras la agresión y su estado es crítico. El hombre trató de suicidarse con una carabina de perdigones, pero todo indica que la hemorragia le sobrevino a causa de la tensión vivida.

De hecho, uno de los balines le impactó en la frente, pero las heridas que le causó fueron superficiales y de carácter leve. Cuando llegó a Son Espases, su estado empeoró de forma súbita y los médicos le realizaron un TAC, que detectó el derrame cerebral severo.

Ataque

Eloísa T. M., la víctima, de 54 años, se encontraba en su casa del Camí del Palmer cuando al parecer se inició una discusión con su esposo. Los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil sospechan que los celos y los problemas de sordera del hombre motivaron la disputa, que acabó trágicamente cuando Juan la atacó con un cuchillo y la apuñaló en el cuello, el abdomen y la cabeza.

Después, se intentó quitar la vida con una carabina de aire comprimido, sin conseguirlo. un hijo del matrimonio llegó a la casa sobre las 17.15 horas y se encontró a sus padres malheridos: ella estaba inconsciente, llena de sangre, y el hombre junto a la escopeta. Los primeros agentes en llegar fueron los de la Policía Local de Llucmajor, que detuvieron al sospechoso y pusieron en alerta a la Policía Judicial de la Guardia Civil, que se hizo cargo de la investigación.

Dos ambulancias trasladaron al matrimonio hasta el hospital de Son Espases y, curiosamente, la evolución de ambos fue distinta a la que se temía. La mujer está evolucionando de forma positiva, aunque su estado es grave. Sigue estable. Juan, en cambio, ingresó con un cuadro «menos preocupante» y en las horas siguientes sufrió una parálisis cerebral provocada por un derrame inesperado. Su estado es crítico, y está en la UCI. El presunto agresor parece ser que tenía celos y su carácter se había vuelto muy irascible debido a la sordera que padecía. La Policía Judicial de la Guardia Civil todavía no ha podido tomar declaración a ninguno de los dos, por lo que las diligencias no están concluidas.