Imagen del acusado, durante el juicio. | Alejandro Sepúlveda

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Uno de los guardias civiles que fue golpeado por el hombre que acuchilló a diez personas y causó la muerte a una de ellas en Sant Antoni de Portmany (Ibiza) en 2011 ha asegurado que el acusado «estaba fuera de sí, pero se le veían en la mirada las ganas de hacer maldad».

El guardia civil ha declarado hoy en el juicio del tribunal de jurado que desde ayer juzga a M.E.B., quien se enfrenta a una petición fiscal de cárcel de 84 años y medio de cárcel, 15 por asesinato y 7 años y 6 meses por cada uno de los nueve delitos de tentativa de asesinato, así como 2 años por atentado al agredir a dos guardias civiles que lo detuvieron.

El testigo ha narrado cómo el encausado le hirió con un mazo, que ha identificado en la Sala Tercera de la Audiencia Provincial al igual que el cuchillo de diez centímetros con el que apuñaló a las víctimas el 23 de febrero de 2011 en la calle y en dos supermercados.

El guardia civil cree que aunque el agresor «estaba fuera de sí» era consciente de lo que hacía. «Se le veían en la mirada las ganas de hacer maldad y que se llevaba a cualquiera que estuviera delante».

En la sesión de hoy han declarado diez testigos, entre ellos dos guardias civiles más y dos policías locales, que a través de videoconferencia han contado lo que ocurrió el día de los hechos que se juzgan.

La mayoría de los testigos han asegurado que conocían a M.E.B., en mayor o menor medida y le han descrito como un hombre «tranquilo», «normal» y «muy callado».

Todos han coincidido en que el encausado era consciente de lo ocurrido el día de la detención. Estaba «muy alterado y nervioso», pero «no estaba ido», ha dicho uno de ellos.

Para la agente de la Guardia Civil responsable de tomarle la declaración en el hospital los días siguientes al suceso todo lo que hablaba y decía era aparentemente normal: «No vi nada que me hiciera sospechar que no estuviera bien, totalmente coherente bajo mi punto de vista», ha precisado la agente, a quien le llamó la atención que no se le hubiera ingresado en Psiquiatría.

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«Os voy a matar a todos», dijo el agresor el día de los hechos, ha afirmado otro testigo. «Creo que era consciente, iba con unas ganas de venganza tremendas», ha precisado, ya que, en su opinión, las puñaladas en el cuello, pecho o estómago, zonas en las fueron heridas las víctimas, demuestran que el encausado «sabía dónde estaba pegando la cuchillada».

Uno de los trabajadores heridos del supermercado donde comenzó a agredir M.E.B. ha afirmado que lo vio tranquilo hasta que salió del local. Ha relatado que conocía de vista al agresor y que, no era una persona problemática; al contrario, siempre se había comportado de forma amable, según le habían contado los vecinos.

Ante las preguntas de la acusación de si el encausado, marroquí de 44 años, seleccionó a las personas a las que hirió por su nacionalidad, el testigo ha señalado que le dio «la sensación de que quería esquivar a las personas árabes».

Un concepto reforzado por otro de los testigos, ya que los agredidos eran todos nativos de Sant Antoni. «Pasaban personas marroquíes y no llegó a herir a ninguna», ha insistido.

«Sabía a dónde iba y a quién iba». «Su propósito era hacer daño, sabía muy bien lo que tenía en las manos y lo que quería hacer». «A todo el que veía por la calle, iba a por él». «Iba a matar, vaya», han sido algunas de las frases expresadas por los testigos, en su mayoría heridos por el encausado, que han contado que después de que el agresor salió del establecimiento le siguieron para evitar para intentar detenerlo y que hiciera más daño.

La acusación defendió ayer en el inicio del juicio que el agresor era consciente de las consecuencias de sus actos el día de los hechos; sin embargo, el acusado declaró que no recordaba lo que había pasado porque se encontraba «muy mal».

«Era un día negro para mí, era como otra persona. Nunca había pensado en quitar la vida a ningún ser vivo. Era como si un demonio estaba en mi cuerpo, describió.

La Fiscalía señaló contradicciones entre la declaración inicial del acusado, en la que reconoció los hechos, y la de ayer cuando dijo no acordarse de lo que pasó.

El juicio con tribunal del jurado continuará el martes de la próxima semana y se prevé que finalice el miércoles.