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Cinco personas, incluido un niño, murieron la pasada madrugada y más de una quincena resultaron heridas en el incendio de un edificio de viviendas en la ciudad de Gennevilliers, en la periferia noroeste de París.

Los cinco fallecidos estaban en el mismo apartamento y, en espera de un examen en profundidad, las primeras evidencias apuntan a que la causa del deceso es la intoxicación por el humo mientras dormían, según los bomberos.

El portavoz de los bomberos de París, el coronel Frédéric Grosjean, indicó que se habían contabilizado 18 heridos leves, entre los que habían tres de sus agentes y un bebé.

Grosjean, en declaraciones a la emisora «France Info», precisó que los primeros servicios de rescate llegaron a la casa de seis plantas ubicada en la calle Lenin de Gennevilliers hacia las 4.00 horas (3.00 GMT). En ese momento estaban en llamas la cuarta y la quinta plantas.

Alrededor de un centenar de agentes trabajaron para atajar la propagación a la sexta planta, de donde fueron evacuadas varias personas, y para la extinción total del fuego, algo que se consiguió pasadas las 6.00 horas (5.00 GMT).

Grosjean puso el acento en que el edificio estaba en aparente buen estado, en que había sido objeto de una renovación hacía pocos años, y en que las muertes se podrían probablemente haber evitado si los pisos hubieran estado equipados de detectores de humo, algo que será obligatorio en Francia a partir de 2017.