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Todavía sin recuperarse de los graves daños provocados por el ‘cap de fiblo’ del pasado 12 de septiembre, el Santuari de Lluc volvió a vivir ayer una nueva pesadilla. Un hombre de 37 años fue hospitalizado con quemaduras en el 30 por ciento de su cuerpo debido a un incendio que destruyó una habitación, afectó gravemente a otra y obligó a desalojar a un centenar de personas que habían pasado la Nochevieja en Lluc. El Santuari dispone de 81 habitaciones (celdas) y 39 apartamentos con cocina y durante estas fiestas está prácticamente completo.

El incendio se inició alrededor de las 08.30 horas en una habitación del primer piso que está encima de la fonda y da a la Plaça del Bisbe Campins, en la que se alojaban dos personas. Una de ellas, el hombre de 37 años que resultó herido, manipulaba un pequeño hornillo de camping gas y provocó el incendio. Las llamas se extendieron por las cortinas y parte del mobiliario.

Ayuda

Según testigos, el hombre de 37 años, Marc A.C., salió de su habitación y pidió ayuda gritando: «fuego, fuego, me estoy quemando». Las personas que estaban alojadas en las habitaciones y apartamentos adyacentes salieron al pasillo, varias de ellas en pijama porque todavía no se habían despertado.

Casualmente había dos enfermeras que pasaban el Fin de Año en una de las habitaciones vecinas y proporcionaron las primeras curas al herido tras acudir al botiquín de primeros auxilios del Santuari.

El hombre de 37 años sufrió quemaduras en el 30 por ciento del cuerpo y fue trasladado en ambulancia hasta Son Espases.

En un primer momento parecía que el fuego en la habitación había sido apagado con los extintores y las personas hospedadas en esa parte del Santuari que habían salido de sus habitaciones y apartamentos al pasillo volvieron a entrar en ellos con normalidad. Pero al cabo de una media hora la habitación volvía a estar en llamas, salía una gran humareda del interior y se procedió al desalojo de esa parte del Santuari. Más de un centenar de personas, en su mayoría familias con niños, grupos y algunos extranjeros tuvieron que salir al exterior como medida de precaución. Algunos de estos afectados mostraron su enfado porque consideraron que el desalojo que había realizado demasiado tarde, si bien no hubo que lamentar intoxicados ni ningún tipo de herido al margen del hombre quemado.

Recuento

Los evacuados fueron concentrados en el exterior y se efectuó el recuento de las personas alojadas, aunque algunas ya se habían marchado del Santuari antes de que ocurriera el suceso. A las personas evacuadas les proporcionaron algunas mantas para combatir el frío.

Cuatro dotaciones de los Bombers de Mallorca se desplazaron hasta el Santuari tras reavivarse las llamas y a media mañana la situación estaba bajo control. La habitación donde se inició el incendio quedó completamente destrozada y la habitación vecina quedó gravemente afectada por el humo ya que se agrietó la pared medianera. El humo también afectó a una parte del pasillo de la primera planta.

El aparejador municipal y el alcalde de Escorca acudieron hasta el Santuari de Lluc tras ser informados del siniestro. El aparejador realizó una inspección de las vigas que habían quedado dañadas por el incendio y la estructura, acompañado por los efectivos de los Bombers, de la Guardia Civil y Protección Civil. Tras este primer análisis no se detectaron daños estructurales. No obstante, las personas hospedadas en esa parte fueron realojadas en otras zonas del Santuari.

El prior de Lluc, Antoni Vallespir, visiblemente afectado, lamentó ayer por la tarde que el incendio se haya producido «por imprudencias de gente poco sensata, hay apartamentos con cocina y comedor para cocinar, en las habitaciones simples está prohibido hacer fuego por el riesgo que comporta, y se puede ir al comedor de peregrinos, tendremos que ser más inflexibles con las normas porque esta imprudencia ha provocado graves daños en el Santuari y podría haber afectado a muchas personas».

El prior destacó que habían avanzado bastante las obras de reparación de los daños del ‘cap de fibló’ pero este incidente dificultaba la situación: «Hemos tenido buen tiempo y hemos avanzado mucho estas últimas fechas, habíamos descansado una semana, pero ahora tenemos este contratiempo y hay que seguir».