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La Guardia Civil ha detenido a dos individuos por la comisión de 37 robos en el interior de viviendas de la zona noroeste de Madrid y uno en Palma de Mallorca. Los ladrones, de 53 y 57 años actuaban principalmente en Majadahonda (Madrid), al ser vecinos de esta localidad, por lo que conocían perfectamente la zona y seleccionaban los lugares que a su juicio eran «más idóneos».

Según ha informado la Benemérita en rueda de prensa, por el momento a los detenidos, de nacionalidad uruguaya y peruana, se les imputa la comisión de 38 robos, aunque la Guardia Civil sospecha que podrían estar detrás de un centenar de asaltos.

La operación «Esmeralda», que es como se ha denominado a las investigaciones para llegar hasta esta banda, comenzó el pasado mes de marzo. Los efectivos del Area de Investigación del Puesto Principal de la Guardia Civil de Majadahonda, tras realizar un «minucioso» estudio de los robos cometidos en esta localidad, se percataron de que seguían un mismo modus operandi.

El comandante de la Guardia Civil, Juan Manuel Salgado, ha explicado que los robos eran cometidos principalmente entre las seis de la tarde y las diez de la noche, cuando los moradores estaban ausentes de los inmuebles. Para no levantar sospechas, se vestían con monos de trabajo y portaban una caja de herramientas, en cuyo interior llevaban el material para forzar las rejas y ventanas de sus objetivos.

A pesar de su edad, 53 y 57 años, los ladrones tenían gran «agilidad» para practicar el método del escalo y entrar en la mayoría de las casas donde han actuado.

Una vez en el interior de las viviendas, se hacían con joyas y material electrónico que ellos mismos revendían en el mercado negro. Tan es así, que incluso contaban con el material necesario para determinar la autenticidad del oro que sustraían.

La fase de explotación de esta operación se ha desarrollado en colaboración con la Policía Local de Majadahonda. Asimismo, se han realizado dos registros domiciliarios, en los que se ha recuperado gran cantidad de objetos sustraídos, principalmente joyas, teléfonos móviles, décimos de lotería, y diversos material electrónico. Se han llegado a localizar incluso dentaduras postizas con piezas de oro.

Los detenidos, que han ingresado en prisión, contaban en curriculum delictivo con antecedentes por hechos similares en Italia.