El conductor ucraniano fue detenido tras estrellarse en Son Castelló. | Vasil Vasilev

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Un conductor ucraniano enloquecido agredió en la madrugada de ayer a dos policías tras estrellarse a gran velocidad contra la rotonda de Vía Asima, en el polígono de Son Castelló. El detenido quintuplicó la tasa máxima de alcoholemia permitida y no se descarta que también fuera drogado.

Sobre las dos y cuarto de la madrugada, un Citroën Xsara fue detectado circulando a una altísima velocidad por las calles del polígono. Al llegar a la rotonda el turismo tomó la curva en dirección a la carretera vieja de Bunyola, pero iba tan rápido que perdió el control.

Semáforo arrancado

Acto seguido, se subió a una isleta y arrancó un semáforo. El coche estuvo a punto de perder la rueda delantera derecha, que quedó desencajada, y el conductor no pudo seguir con su camino.

En las inmediaciones se encuentra ubicada la comisaría del polígono, y rápidamente dos patrullas acudieron en auxilio del conductor, que aparentaba estar herido. Sin embargo, el hombre había salido milagrosamente ileso. Se trataba de un ucraniano de mediana edad, de gran corpulencia, y que evidencia encontrarse bajo los efectos de las drogas o del alcohol. O de ambos a la vez. El individuo fue identificado y en un primer momento permaneció calmado. No obstante, poco después tuvo un cambio de humor súbito y atacó a uno de los agentes. Después hizo lo mismo con otro, hasta que pudo ser reducido. En la prueba de alcoholemia arrojó un resultado de 1,15 de alcohol en sangre, lo que supone una tasa cinco veces mayor a la máxima permitida por la Ley.

Una grúa retiró el Citroën destrozado de la rotonda de Vía Asima y un portavoz policial informó que había sido una suerte que ningún transeúnte pasara por ese tramo en el momento del accidente, ya que el vehículo quedó fuera de control a una velocidad endiablada.