Los investigadores descubren que todos ellos utilizan el mismo patrón, usan los mismos carteles y ‘trabajan’ largas jornadas | Alejandro Sepúlveda

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Agentes de la Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía han detectado un grupo organizado de mendigos que, desde hace un tiempo, se ha instalado en el centro de Palma y en puntos muy específicos de algunas barriadas muy pobladas.

Se trata de una red integrada por más de 15 personas, todas ellas de nacionalidad rumana, que esperan casi sin inmutarse durante horas limosna de los transeúntes. De hecho, los miembros del grupo suelen ubicarse a las puertas de los supermercados o zonas peatonales muy transitadas como Jaume III.

A los investigadores les llama la atención varios aspectos. Todos ellos utilizan los mismos patrones. Es decir, visten de similar forma, se colocan igual, utilizan las mismas estrategias para dar pena y así obtener los donativos. Además, muestran el mismo cartel, con el mismo texto o escasas variaciones y la misma tipología de letra, con las mismas faltas de ortografía y de composición gramatical de las frases. El mensaje que transmiten es el siguiente: «Ayúdame por favor. Soy muy pobre. No tengo trabajo, tengo dos (cuatro o cinco) hijos y pido ayuda para comer. Hoy así yo, mañana te puede tocar a ti. Muchas gracias».

Desde la policía se indica que el grupo está muy bien estructurado y dispone de una red de hombres y mujeres que ejercen la mendicidad un gran número de horas y con importantes beneficios económicos.

En algunas ocasiones, las jornadas ‘laborales’ de los mendigos arrancan a las ocho de la mañana y finalizan a las 21 horas, con tan sólo 20 minutos para poder comer.

Amenazas

Ahora, los investigadores tratan de averiguar si los mendigos actúan coaccionados y amenazados por los responsables del grupo organizado. En España, por el hecho de ejercer la mendicidad no se comete ningún delito, salvo cuando se utiliza para ello a menores o personas discapacitadas.

Desde hace meses, los agentes responsables de la investigación, han realizado un censo de todos ellos. En colaboración con unidades de radio patrullas (uniformados) han identificado a todas aquellas personas que ejercen la mendicidad, controlan sus horarios y campo de actuación.

Hay constancia de que existe un reparto de zonas para mendigar. Si alguien intenta colocarse en alguna de las ubicaciones que la red tiene ‘controladas’ se producen duros y violentos enfrentamientos. De hecho, al ser una organización muy poderosa el resto de particulares no suele plantarle cara.

Por su parte, la Policía Local de Palma, hace unos meses, localizó e identificó a los vehículos utilizados por los cabecillas para, cada mañana a primera hora, repartir a los mendigos por los supermercados y, a última hora de la noche, recogerlos y quedarse la recaudación.

Ahora, el CNP los marca de cerca y no se descarta que en las próximas semanas se realice algún tipo de actuación al respecto.